Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Durante todo su sexenio, Felipe Calderón enarboló la bandera de la productividad. Con tanto ahínco como en su guerra contra el crimen organizado, casi todos los días mencionó la productividad y la competitividad como un objetivo primordial. Finalmente fracasó.
Los datos así lo demuestran: el INEGI dio a conocer el informe sobre la importancia del sector público en la economía. Dos aspectos resumen que el gobierno acusa cada vez más improductividad e incompetitividad.
Uno de ellos es que en 2011, el número de trabajadores en el sector público (Gobierno y empresas paraestatales) llegó a cuatro millones 651 mil 274 puestos de trabajo, cifra mayor en 0.4 por ciento a la del año anterior.
En contraste, el valor agregado bruto del sector público disminuyó 0.3 por ciento respecto al de un año antes. A su interior, el de las Empresas Públicas retrocedió 0.7% por ciento y el del Gobierno General aumentó 0.1 por ciento en el periodo.
Esto, en términos generales, significa que con más trabajadores se creó menos valor. Es decir que llanamente hubo improductividad e incompetencia en el sector público, a pesar de que gobierno y paraestatales generaron 21.1 por ciento del valor agregado bruto del total de la economía del país.
Según el INEGI, este valor agregado significó dos billones 922 mil millones de pesos corrientes, de los cuales las empresas públicas (como Pemex y la CFE) aportaron casi 1.7 billones y el gobierno alrededor de 1.3 billones.
En síntesis, la economía del país fue impulsada en 21.9 por ciento por el sector público y el resto por el sector privado y el sector social. De hecho, las empresas públicas representan 12.5 por ciento del valor agregado bruto total del país.
El documento del INEGI explica que la producción bruta del Sector Público en 2011 alcanzó cuatro billones 502 mil 275 millones de pesos corrientes, compuesta principalmente por la generada en el sector de agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza, y minería que contribuyó con 28.4 por ciento del total; las industrias manufactureras con 20.9 por ciento, y la de las actividades del gobierno y de organismos internacionales y extraterritoriales con 18.6 por ciento.
Sí, el petróleo sigue siendo el pilar del sector público. Como dice el filósofo del metro: el gobierno llora lágrimas negras.
El regreso a clases en normales
Al parecer, el episodio de las escuelas normales de Michoacán quedó solucionado, a pesar de la detención de 176 estudiantes y maestros, al regresar a las aulas el lunes, tras un acuerdo entre huelguistas y autoridades. Lo que no quedó muy claro fue el asunto de fondo que motivó las protestas.
Mediáticamente se acusó a los normalistas de ser sólo una “bola de revoltosos” y poco se expusieron en la letra impresa y las ondas hertzianas los motivos de sus quejas.
El secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova, dijo que los Acuerdos por los que se establece el Plan de Estudios para la Formación de Maestros de Educación Preescolar y Primaria de agosto de 2012, establecen con claridad que el idioma inglés será obligatorio para las Normales urbanas y optativo para las Normales rurales, por lo cual no hubo ningún cambio en la reforma con las negociaciones que se llevaron a cabo en Michoacán.
Según él, en Michoacán “la Reforma de Educación Normal sigue intacta, tal como se estableció”, pues en esa entidad existen ocho escuelas normales de las cuales seis son urbanas y solamente en dos, Tiripetío y Cherán, será optativa la enseñanza del inglés.
Es cierto, lo que no menciona el titular de la SEP es que el asunto de fondo estriba en que Michoacán es una de las entidades con mayor sentido étnico del país. La lengua purépecha, principalmente, es una lengua viva en ese estado y, por las generalizaciones incluidas en la reforma de educación normal, había sido desplazada por el inglés.
¡Qué bueno que los aspirantes a maestros aprendan inglés y computación!, pero también ¡Qué bueno que esos mismos normalistas luchen por conservar sus lenguas autóctonas! No hacerlo equivaldría, sin más, a un etnocidio que seguramente nadie quiere. Por eso, bienvenido el acuerdo y la negociación.
Tianguis
Finalmente parece ser que el huracán Sandy y sus consecuencias negativas para la costa atlántica norte de Estados Unidos, jugarán a favor de Barak Obama en las próximas elecciones. Una catástrofe mayor a la ocurrida podría haber revertido la tendencia que da mayoría al actual inquilino de la Casa Blanca. Las prevenciones y la actuación mesurada (hasta el momento) de Obama parecen dar tranquilidad a la población, que se siente segura con el actual mandatario. Sin embargo habrá que esperar los sucesos de los próximos días. En unos días más, Justo Villafañe de la empresa Merco -dedicada a realizar rankings sobre sociedad, gobierno y empresas desde hace 12 años en España- dará a conocer datos sobre la reputación corporativa en México. Como adelanto vale la pena mencionar que, en materia de gobierno corporativo, sólo cuatro de 49 empresas reconoce la existencia de informes independientes. Con este ranking, editorial Televisa entra de lleno a la competencia en el sector de las revistas de negocios. Grupo Mexicano de Desarrollo, que dirige Jorge Eduardo Ballesteros Zavala, reportó a la bolsa que sus ingresos consolidados en el tercer trimestre fueron de 645.2 millones de pesos, cifra superior en 4.3 por ciento a los reportados en el mismo período del al pasado. También informó un crecimiento de 8.2 por ciento en los ingresos acumulados de enero a septiembre de 2012, que sumaron dos mil 108.1 millones de pesos. Su utilidad bruta fue de 144 millones de pesos, 10.6 por ciento superior a la de hace un año. La empresa relojera Rado presentó en México Rado D-Star 200, un producto deportivo, con diez modelos en distintos colores de la colección. Realmente interesante el reporte del diario francés Le Monde -lo leí en La Jornada en Internet- según el cual los empleados de empresas cibernéticas como Google y Apple prefieren que sus hijos estudien en escuelas sin computadoras, como el colegio Waldorf de Península, en California. Según el reporte cada día las personas más interconectadas prefieren que sus hijos se desconecten. Tres cuartas partes de los alumnos inscritos en la Waldorf son vástagos de personas que trabajan en el área de las nuevas tecnologías.
QMX/rfv