Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido/Felipe de J. Monroy
• Kiliwas y cucapás, guardianes de la tierra
• Imco, INEGI, Telemundo, Axa, Brasil
Cuando en noviembre de 2006, los indígenas kiliwa sellaron un pacto suicida para extinguir su lengua, la niña Media Luna no escuchaba el rumor de los chamizos o cachanillas rodar por el desierto, sino que estaba atenta a palabras que no conocía: ¿ambición? ¿despojo? ¿veda?, pero también oía repetir una y otra vez un concepto que sí le era familiar: pobreza.
Media Luna no lo sabía, pero ya pertenecía a las estadísticas. Era uno de los ocho niños que en el Conteo de Población de 2005 aparecía entre los menores de cero a cuatro de edad cuyos padres hablaban kiliwa. Ese conteo registraba 79 personas pertenecientes a su etnia. Pocos años más tarde, en el Censo del 2010, la cifra se había reducido a 46 adultos y cuatro niños.
El caso de los kiliwa, así como el de las otras cuatro etnias de Baja California (Cochimíes, Cucapás, Paipáis, Kumiais), es prácticamente el mismo que el de todos los grupos indígenas del país: durante siglos fueron los custodios de la tierra, la aprovecharon de manera sustentable y en los últimos treinta años han sido despojados.
Por eso, cuando Media Luna estaba atenta al pacto suicida, escuchó lo que los cucapás le decían a sus parientes kiliwas: “nosotros siquiera tenemos la pesca, con todos los problemas que existen por la veda de la curvina y las prohibiciones para pescar en un lugar que nos pertenece, pero ustedes no tienen nada”.
Los kiliwa fueron reconocidos en 1970 cuando por decreto presidencial (de Luis Echeverría) los dotaron de 27 mil hectáreas. Esta superficie –según oyó decir Media Luna a uno de sus parientes más ancianos- “ha ido disminuyendo gradualmente ante la ambición de familias poderosas que encontraron en la yuca y el agave productos de exportación”.
Los kiliwa, al igual que las otras etnias se quejan de que a su territorio han llegado también miles de indios de otras partes del país. Según el Colegio de la Frontera Norte, uno de los datos más interesantes es que “el estado de Baja California reúne al 90.3 por ciento de las etnias mexicanas, pues de las 62 que registra el país 56 llegan a esta entidad, de las que por lo menos una persona en cada grupo habla la lengua nativa de su lugar de origen”.
Tan sólo el Censo de 2010 registra alrededor de 25 mil mixtecos y zapotecos, por lo que en broma muchos llaman al valle de San Quintín, Baja California, –a donde llegan a trabajar los indios de otras etnias- “oaxacalifornia” en remembranza al estado de Oaxaca.
Quizá Media Luna no lo sepa, pero el día en que los menos de 50 kiliwas decidieron no tener más descendencia, ni enseñar su lengua a futuras generaciones, el reporte del diario La Jornada decía que “los últimos cinco hablantes del kiliwa, que interactúan entre ellos, son Eusebio Alvarez Espinoza, Leandro Maytorell Espinoza, José Ochurte Espinoza, Leonor Farldow Espinoza e Hipólita Espinoza Higuera”.
Ese día se discutió –y así lo oyó la niña que paseaba por todas partes- que sería “amarillista” llamar “pacto suicida” a la decisión de los kiliwa, que más bien debería de abordarse como una idea de que ante la miseria que los abate los representantes de esta etnia decidieron no traer más hijos a sufrir por la pobreza, en esta tierra que fue suya.
Prohibido pescar en su territorio
Al igual que los huaves, los paipáis (199, de acuerdo con el Censo de 2010) enfrentan un problema con una empresa que pretende construir parques eólicos. Según información publicada por el diario 24 horas, el asunto ya se encuentra en manos de la Secretaría de Gobernación.
El caso es que el presidente de la comunidad paipái de Santa Catarina, en Ensenada, Baja California, Raúl Sandoval Aguilar, estampó su huella digital en un contrato, mediante el cual la empresa estadounidense Asociados PanAmericanos (APA) tendrá el usufructo de 62 mil hectáreas para construir un parque eólico.
Para ello pagará a las 90 familias propietarias de la tierra 900 pesos mensuales hasta el año 2041, es decir 10 pesos mensuales por familia. Cifra casi idéntica a la que se denunció en el Congreso de Oaxaca que pagaría Mareña a los huaves y zapotecos.
Raúl Sandoval Aguilar quien cedió la propiedad de los paipáis no sabe leer ni escribir y supuestamente fue engañado por el comisariado de bienes ejidales.
La niña Media Luna seguramente no sabe lo que les pasa a sus amigos paipáis, pero sí escuchó decir que los Cucapás estaban mejor que los Kiliwas porque podían pescar. Es cierto, durante siglos ejercieron una pesca responsable. Ahora que los recursos se agotan, las autoridades ecológicas les niegan el derecho a explotar su territorio.
Por cuestiones que van desde la seguridad nacional hasta el reordenamiento ecológico, los indígenas cucapás son esclavos en su propia tierra y han sido despojados de su herencia, como lo demuestran los testimonios:
Hace unos meses elementos del ejército mexicano detuvieron un vehículo de los pescadores Cucapás que transportaba productos pesqueros. Gracias a la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos fueron liberados.
Un año antes, elementos de la Marina y el Ejército detuvieron a 12 Cucapás que transportaban curvina golfita, porque las autoridades ecológicas exigieron su aprehensión. La dirigente de la Cooperativa Indígena Cucapá, Mónica González, acudió a defender a los pescadores. El asunto llegó a tal grado que la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) tuvo que intervenir para su liberación.
Desde 2008 se han registrado más de veinte detenciones y hay decenas de cucapás en la cárcel por ejercer su derecho histórico a la pesca en la Reserva de la Biósfera Alto Golfo de California-Delta del Río Colorado.
Por el contrario, dicen los propios cucapás, grandes barcos extranjeros sí pueden pescar en la zona, “amparados con permisos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, justificados con estudios de impacto ambiental elaborados por Acuacorp SA de CV”.
Según los dirigentes cucapás, la Comisión Nacional de Pesca aplica dos decretos: el de tope de captura (publicado 2011) y el de veda de la curvina golfina (de 2006). Por ello iteran: “nosotras y nosotros declaramos que esos dos ordenamientos legales no pueden estar por encima de la Carta Magna y del Convenio 169 de la OIT, que nos dan la razón″.
Ante esta situación, Huixpa Pashai, considerado uno de los guardianes de la cultura cucapá, insiste: “seguiremos pescando pacíficamente como lo hemos hecho desde hace miles de años, no por capricho, no por contrariar a la autoridad, no por rebeldía, sino por dignidad, porque la pesca es parte de nosotras y nosotros, porque ese es nuestro origen y razón de ser. Por eso, cuidamos los recursos naturales mejor que nadie. ¿Será mucho pedir a las autoridades que entiendan esto?”
La niña Media Luna no sabe que los cucapás tenían un territorio de 2 millones 500 mil hectáreas y que ahora sólo tienen 143 mil, ni que los guaycura, los pericúes ya desaparecieron y los cochimíes están a punto de hacerlo al igual que los kiliwas.
Cuando todos se fueron después del pacto suicida, una manita se movía en símbolo de Adiós. La manita ignoraba que, como dice el filósofo del metro: una mano vacía más fácil se vuelve puño.
Tianguis
Interesante que alguien decidiera hacer un indicador sobre el gasto de los estados en sustentabilidad. Concretamente el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) diseñó el “Primer Índice de Presupuestos Verdes”. En términos generales hay pocos datos sobre el gasto que las entidades ejercen para el medio ambiente y el cambio climático. De hecho, sólo 10 por ciento del gasto que consideran sustentable puede ser analizado. Sin embargo el documento indica que Puebla, Durango, Distrito Federal, Estado de México y Nuevo León son los cinco estados en los primeros lugares del ranking. Los peores son Tamaulipas, Veracruz, Chiapas y Oaxaca. Pero en ningún caso el presupuesto verde supera el 10 por ciento del total… En las oficinas del INEGI en Aguascalientes, se instaló el Comité de Evaluación para revisar las candidaturas a comisionados de la Comisión Federal de Competencia Económica y del Instituto Federal de Telecomunicaciones. Este comité deberá entregar al Presidente de la República a más tardar el 10 de agosto las listas de los aspirantes… Telemundo, que dirige Emilio Romano, sigue ganando terreno en la audiencia latina. Ahora ha comenzado a modificar el patrón de las telenovelas que tradicionalmente no elevaban el nivel cultural de los telespectadores. Un ejemplo es la telenovela que pasa por Gala TV “La Patrona” en un horario triple A, con Aracely Arámbula como protagonista principal, que se suma a los éxitos de “ El Señor de los Cielos” y “Fortuna”, dos historias que abordan los problemas actuales con profundidad y originalidad… La consultora y evaluadora de cultura organizacional Top Companies, reconoció a McDonald’s México como una “Súper Empresa”, debido a su liderazgo y a la satisfacción laboral de sus empleados. McDonald’s México, es operada por Arcos Dorados, que es la mayor franquicia de la marca en el mundo… La filial mexicana de AXA Seguros obtuvo de Standard & Poor’s un aumento en su calificación, al pasar de BBB+ a A-, mientras que a nivel global su perspectiva fue “positiva”. Esta aseguradora que n México dirige Xavier de Bellefon, ocupa el tercer lugar en el mercado de seguros mexicano con una participación de 9.6 por ciento del total de las primas; es líder del negocio de seguros contra daños, con una participación de mercado de 14 por ciento y está en segundo lugar respecto en seguros de salud con 17.6 por ciento de las primas… Las manifestaciones en Brasil durante la celebración de la Copa Confederaciones de futbol, serán dignas de análisis muy profundos. En primer lugar la cifra de manifestantes llegó a situarse hasta en un millón. En segundo se trata de uno de los principales pueblos fanáticos del futbol, pero ahora protestan precisamente por eso, el gasto que hará el gobierno por el mundial del año entrante y las olimpiadas de 2020. Las críticas son precisamente porque se ha privilegiado el gasto a deportes, mientras que a la población le suben diariamente los precios. Además, hay miles de desalojos para construir instalaciones deportivas. Pero quizá lo más fuerte es que hubo un aumento en el transporte. Según la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, las manifestaciones de “legítimas y propias de la democracia y de los jóvenes”. Pero no por ello deben menospreciarse.
QMX/rfv
DIARIO EJECUTIVO: Etnias y sustentabilidad/8 – Al Momento Noticias.