Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Los yaquis, a través de la historia, han sido una de las etnias más rebeldes, al grado de nunca fueron sometidas, sino pacificadas ya hasta el siglo XX. Sin embargo en este siglo XXI nuevamente se levantaron cuando el gobierno intentó quitarles el agua para beneficiar a empresas como Ford, Apasco o Big Cola.
Durante el virreinato permanecieron como un grupo rebelde; en los primeros años de la Independencia mantuvieron la guerra yaqui que se mantuvo todo el siglo XIX. En el porfiriato la fuerza de las armas intentó someterlos y varios miles fueron desterrados a las haciendas henequeneras de Yucatán (ocho mil mencionaba John Kenneth Turner en su México Bárbaro); en 1929 la Fuerza Aérea Mexicana los calmó con bombardeos; con Lázaro Cárdenas llegó la pacificación al dotarlos de las tierras que habían sido suyas históricamente. Durante el sexenio de Echeverría se les repartieron tierras que les habían quitado los hacendados.
Cárdenas les escribió: “El gobierno reconoce que la actitud bélica que ustedes han mantenido desde la Conquista siempre fue justa defensa de sus tierras, parte de cuyas tierras han venido a pasar a poder de distintas personas. Encontramos que hay una numerosa población que posee pequeñas fracciones de tierra y otros que no poseen nada. El gobierno considera que al pueblo Yaqui debe ponérsele en posesión definitiva de todas las propiedades y aguas que les sean suficientes para la población dentro y fuera del estado de Sonora. La Presa de la Angostura dará el agua necesaria para irrigar las tierras y permitir que se construyan vías de comunicación, saneamiento, y escuelas. El gobierno ve con agrado y profunda simpatía que la nación Yaqui aumente el cultivo de las tierras y esto viene a justificar el concepto del gobierno sobre la moral y la capacidad indígena. Es preciso terminar con los odios y rencores que por culpa de otras generaciones y también por egoísmos de la generación de hoy, han prevalecido hasta hoy”.
Hoy, nuevamente volvieron a ser rebeldes con causa a partir del 3 de febrero de 2010, cuando se anunció la construcción del acueducto Independencia (o El Novillo), mediante el cual se desviaría el Río Yaqui para encausarlo hacia la zona industrial de Hermosillo y dotar de agua a varias empresas.
Desde antes de que conociera el resultado de la licitación y de que se diera el banderazo de salida de la megaobra, los yaquis ya habían ganado, el 26 de agosto del año bicentenario, resoluciones jurídicas. Sin embargo, el 6 de octubre se dio el fallo para que la obra la construyera la empresa “exploraciones Mineras del Desierto” (con la inconformidad de empresas como ICA), y en diciembre comenzaron los trabajos, aún sin un dictamen de impacto ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
La Semarnat emitió su fallo el 26 de febrero y unos días después Felipe Calderón estaba en Sonora hablando de las bondades del acueducto Independencia.
Por esas fechas ya se habían realizado decenas de manifestaciones en contra de la obra, pues los yaquis explicaban varios puntos: 1.- Que no habían sido consultados. 2.-Que desviar el agua del Río Yaqui hacia Hermosillo ocasionaría un desastre ecológico. 3.-Que resultaría afectada la producción agropecuaria, en momentos en que hasta la Organización de las Naciones Unidas recomendaba como prioridad nacional fortalecer la soberanía alimentaria. 4.- Que el patrimonio histórico y legal de los yaquis sería seriamente lesionado. 5.-Que el beneficio sería únicamente para unas cuantas empresas.
La PGR desconoce a los yaquis
Pero quizá la más grave de todos las violaciones legales para construir (“a como dé lugar”, como decía el gobernador panista Guillermo Padrés Elías) el acueducto, fue que el 25 de marzo de 2011 el Ministerio Público adscrito a la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la PGR, le expuso al magistrado del Tribunal
Unitario Agrario que “la Tribu Yaqui no cuenta con el dictamen antropológico y etnográfico que emite la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas” y que por lo tanto los yaquis no existen y quienes se ostentaban como tales “carecen de legitimación procesal activa para concurrir al presente juicio” y sentenciaba que “las aguas nacionales del río Yaqui: “son propiedad de la nación”.
Este desconocimiento de los yaquis llegó a tal grado que el Instituto Nacional de Antropología tuvo que hacer una carta en la que desconocía los argumentos expuestos en el oficio del 23 de marzo y explicó que el reconocimiento del derecho de la autoadscripción étnica y cultural es un derecho humano. Por lo tanto el INAH “no niega la existencia de los yaquis”.
De acuerdo con el INEGI, en el censo del 2010, había 17 mil 592 yaquis mayores de tres años, además de mil 580 menores de cero a dos años. Sin embargo, los ocho pueblos yaquis –con Lázaro Cárdenas eran 13- concentran a más de 35 mil mexicanos.
A pesar del “desconocimiento” de la etnia, los yaquis continuaron su lucha por las aguas y las autoridades tradicionales del pueblo de Vícam, lograron el apoyo de más de 30 grupos indígenas del país en un comunicado en el que aseguraban que la autorización en materia de impacto ambiental de la Semarnat había sido emitida en un “procedimiento precipitado y carente de legalidad”, cometiendo violaciones graves a las garantías que consagra la Constitución General de la República y a disposiciones del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
Personalmente le di seguimiento a este asunto desde el año bicentenario en esta misma columna, pero en el diario El Financiero. El tema también fue objeto de una de las últimas columnas de Miguel Ángel Granados Chapa, antes de su fallecimiento.
Ya en este año 2013 tuve la oportunidad de platicar con Mario Luna, uno de los dirigentes yaquis en una de sus visitas a México. Me explicó que concretamente el acueducto pretendía desviar anualmente 75 millones de metros cúbicos de agua de la cuenca sagrada del río Yaqui a la ciudad de Hermosillo con fines comerciales.
La estancia en la capital de los dirigentes yaquis coincidió con que el equipo representativo de México en la serie del Caribe de Beisbol era precisamente el de los Yaquis que se convirtió en campeón. Lamentablemente los medios de comunicación sí festinaron ese triunfo, pero casi no difundieron información de los verdaderos yaquis.
El líder yaqui me comentó que “la construcción privilegia a empresas transnacionales y abandona la prioridad de producir alimentos, al grado de que de las 90 mil hectáreas aptas para cultivarse en la región, únicamente 17 mil estaban sembradas por falta de recursos hidráulicos”.
En este caso hay varios asuntos graves: 1.- el desconocimiento de la etnia. 2.- El desacato del gobierno (federal y estatal) a disposiciones del Poder Judicial. 3.-El desastre ecológico por desviar un río. 4.- La criminalización de las protestas, como sucedió en Vícam en septiembre pasado por parte de elementos del Ejército y policías estatales. 5.- El privilegio para las empresas sobre los grupos indígenas.
Finalmente, en mayo de este año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmó el amparo y reconoció la personalidad de la etnia yaqui para reclamar ante las autoridades la inhabilitación de esta obra. En la revisión del amparo 631/2012 también ratificó la protección que un juez de distrito de Sonora otorgó a la tribu yaqui, para dejar sin efecto la autorización de la Semarnat, en virtud de que la operación del acueducto afectará a la comunidad, que tiene los derechos de agua de la presa La Angostura por decreto presidencial del 30 de septiembre de 1940.
El acueducto independencia (o El Novillo) quedó suspendido.
Como dice el filósofo del metro: justicia a tiempo es justicia a secas.
Tianguis
Ahora que en el sector empresarial se busca un culpable de la crisis de las vivienderas, quizá deba voltear los ojos hacia el actual subsecretario de Vivienda, Alejandro Nieto. Conocido como “el coyote mayor” de las grandes desarrolladoras en el Estado de México, facilitaba los trámites de las grandes empresas. Logró convertirse en diputado, en las épocas en que Enrique Peña Nieto era gobernador del Estado. Fue impulsor del tema de las reservas territoriales, a través del Registro Nacional de Reserva Territorial (Renaret). Además es esposo de una funcionaria de la constructora Geo. ¡Qué curioso que sea la menos vulnerable de las vivienderas, mientras que Ara, Urbi, Homex o Sare han tenido que recurrir a medidas suicidas, en algunos casos, como la suspensión de pagos! ¿Por qué Jorge Carlos Ramírez Marín, secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) lo colocó en el área de vivienda? ¿Negocios en puerta?… Interesante el proyecto de Fundación Mapfre para proteger a 80 mil niños contra riesgos de incendio. La campaña de la aseguradora tendrá como brazo ejecutor a la Fundación Michou y Mau y al Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra). José Ramón Tomás Forés, Presidente Ejecutivo de Mapfre México; Virginia Sendel (mi estimadísima Vicky Sendel), presidenta de Fundación Michou y Mau y Rodrigo Rosas Osuna, director del Observatorio Nacional de Lesiones del Conapra, explicaron que la campaña de Prevención de Incendios busca concientizar a los niños de educación primaria respecto a los riesgos con el fuego, de una manera lúdico-didáctica que pueda incidir en la conducta infantil. En total pretende atender a 80 mil niños de cinco a 12 años de edad y se desarrollará en una primera etapa en el Valle de México, tanto en escuelas primarias públicas como privadas… Hablando de altruismo, Ramón Neme Sastré, presentó su informe como presidente del Patronato del Hospital General de México a la secretaria de Salud, Mercedes Juan. Ha logrado recaudar más de cinco millones de pesos, aplicados al desarrollo de nuevos proyectos sociales dentro del Hospital, a la consolidación de los proyectos médicos y científicos, y al abastecimiento de equipo, personal y fármacos necesarios para la operación del mismo. Neme Sastré recibió el Patronato con el adeudo de los proyectos arquitectónicos de tres edificios de alta especialidad; los cuales fueron finiquitados por su gestión con un valor de mercado aproximado a los 27 millones de pesos. El gran proyecto de apoyo social del Patronato, fue la instalación y puesta en operación del Albergue del Hospital, que implicó una inversión de cuatro millones de pesos donados por la empresa líder en tecnología Mainbit, de José Antonio Sánchez…. Gruma anunció el refinanciamiento de su deuda con dos créditos a largo plazo, con los cuales liquidó los créditos puente a corto plazo por 400 millones de dólares que obtuvo la compañía en diciembre pasado con lo que eliminó cualquier riesgo de vencimiento de deuda en el corto plazo y mejoró sustancialmente su perfil de vencimientos. Asimismo, Gruma logró un ahorro en la tasa de interés de alrededor de 200 puntos base con respecto a la deuda refinanciada.
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