El agua, un derecho del pueblo
Nadie quiere reducción de prerrogativas
El llamado que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, a los partidos políticos, para que renuncien por voluntad propia, a la mitad e las prerrogativas que les entregará el INE, no tuvo eco.
Es natural que ninguno, no siquiera Morena, haya respondido de inmediato al llamado presidencial, pues hacerlo sería cancelar el negocio.
El Instituto Nacional Electoral hizo su chamba, que es presupuestar los gastos que van a hacer el año próximo, anunciando que se gastaran 5 mil millones de pesos de recursos públicos para financiar a los siete partidos políticos que tienen registro nacional.
De ese pastel la mayor tajada le tocará al partido del Presidente, por lo que Morena tendrá casi dos tercios de la partida millonaria.
Por eso el que debería poner el ejemplo, según los comentarios externados por priístas, panistas y demás beneficiarios de la repartición, es el presidente López Obrador, ordenando a Yeidckol Polevsky, que renuncie a la prerrogativa.
Y es que pedirle al PRI, PAN, PRD, PVEM. Movimiento Ciudadano y PT, que prescindan del dinero que les toca, es como pedirles que se peguen un tiro, no en un pie, sino en la cabeza.
Está claro que, si esos seis partidos no reciben dinero público para financiar sus actividades, morirán de inanición, pues todos, sin excepción, no tienen otra fuente de ingresos.
El caso de Morena es distinto, pues no solamente detentan el poder Ejecutivo federal, sino también en varios estados gobiernan y su mayoría en el Congreso de la Unión y en varios congresos estatales, lo que les permitiría, en un caso dado, disponer de una parte de los recursos públicos que manejan.
En cambio, el PRI y la chiquillada, se están quedando sin nada y para colmo sin militantes que les aporten, por o que caerían en aquella metáfora que acuño el profesor Carlos Hank González, cuando le pidieron su opinión de la pobreza en la política. “Un político pobre, es un pobre político”.
Quizás el único partido que podría sobrevivir, pero sólo un tiempo, sin prerrogativas sería el PAN, porque tienen el apoyo económico de algunos empresarios y gobernador, pero ya sabemos que los ricos no son hermanas de la caridad y por ello, si no les reditúa algo su partido, lo sacan de la jugada.
Todo sabemos que los que trabajan de dirigentes de un partido no lo hacen por amor al a sus colores o porque tengan muy acendrada la ideología, sino que cobran y muy bien por ejercer la residencia, la secretaría general y hasta por pintar bardas.
Entonces ese dinero hace falta y no van a renunciar a él, ni le van a hacer caso al presidente López Obrador, menos si Morena sigue sin cumplir su palabra de renunciar la mitad de las prerrogativas, la cual empeño cuando ganó la presidencia de la República, en el 2018.
EL PULSO.- Por cierto, el senador Ricardo Monreal Avila acompaño el martes pasado, a la presentación de su informe de labores, a sus compañeros de partido, Julio Ramón Menchaca Salazar y Marí Merced González, y aprovecho el foro en Pachuca, Hidalgo, para adelantar que el trabajo de la agenda legislativa del próximo periodo ordinario de sesiones, a iniciar el 3 de septiembre, será exhaustivo y complejo, pero aseguró que continuará la ruta del consenso y el acuerdo para alcanzar la unanimidad, pues de esa forma se han logrado el 90 por ciento de las leyes aprobadas hasta hoy, en lugar de aplicar el “mayoriteo grosero del pasado. El también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República explicó que la agenda incluye los siguientes temas: Revisión de las leyes reglamentarias en materia educativa, la nueva ley sobre el uso de cannabis para usos medicinales y lúdicas –propuesta por la hoy secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero–; revisión urgente del sistema de justicia; eliminación y sanción de las empresas fantasma; la revocación de mandato y consulta popular; eliminación del fuero constitucional para el Ejecutivo y legisladores, así como la eliminación de comisiones bancarias para disminuir ganancias de usureros que, tan sólo en México, implican más de 5 mil comisiones a que obligan a usuarios a pagar.