Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
*Zedillo no aguantó ni un mes de Conferencias
Por: Pedro Jiménez Rodríguez
El presidente Andrés Manuel López Obrador, todavía no cumple tres meses con sus conferencias “mañaneras” y ya se siente que la lumbre le va llegar a los aparejos.
Lo cierto es que el Presidente sigue aferrado a esta forma de comunicarse con el pueblo, su pueblo y el que quiere convencer, de que todo lo que está haciendo desde el gobierno, es bueno y para beneficio de todos.
Sin embargo, el estar un promedio de 75 minutos diariamente expuesto a los representantes de los medios de comunicación, provoca un desgaste enorme, porque no hay orden y la mayoría de las veces, los reporteros preguntan lo que se les antoja y el presidente contesta lo que quiere.
Claro que hablar tanto también provoca equivocaciones o yerros en las respuestas, porque es punto menos que imposible que el Presidente tenga todos los datos que le requieran y una respuesta adecuada a los cuestionamientos.
A López Obrador le dio resultado esta política de comunicación cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, principalmente porque a su radio de acción se limitaba a la ciudad de México, pero ahora que tiene que hablar de lo que pasa en el país, las cosas son diferentes.
En 1994 el entonces presidente Ernesto Zedillo, también abrió las puertas de Los Pinos, para ofrecer conferencias de prensa todos los días y empezó bien, pero cuando muchos de sus detractores se dieron cuenta que lo podían exhibir, empezaron a aparecer en las conferencias y menudearon las preguntas incomodas.
Esta situación obligo a sus voceros, encabezados por Carlos Salomón Cámara, a hacer la graciosa huida y aconsejar al presidente Zedillo que, sin decir agua va, diera por terminado el ciclo de conferencias de prensa.
El presidente Zedillo no aguantó ni un mes con sus conferencias y hoy el presidente López Obrador ya va para tres meses, pero no creemos que aguante mucho más de los primeros 100 días de su gobierno, para que baje la cortina en Palacio Nacional.
Honestamente no creo que nadie le critique al presidente Andrés Manuel López Obrador, que marque su distancia, por el contrario, le van a aplaudir que no se siga exponiendo a ser exhibido.
EL PULSO.- No tardó mucho el ex futbolista-gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, en mostrar los colmillos. Ayer cumplió su amenaza de denunciar a su antecesor, Graco Ramírez, por presuntos actos delictivos. Apersonado en la Fiscalía General de la República, Cuauhtémoc entregó la denuncia por delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal para compra venta de inmuebles en la ciudad de Cuernavaca. Pero no solamente acusa a Graco Ramírez, sino también a su esposa Elene Cepeda de León y a su hijastro Rodrigo Gayoso, así como a otros ex funcionarios del gobierno morenlense ¿La pregunta es, quien meterá las manos al fuego por Graco?