La nueva naturaleza del episcopado mexicano
El próximo viernes, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) se enfrentará a una de las decisiones más importantes del ciclo electoral: la aprobación oficial del reparto de curules y escaños plurinominales, resultante de la votación ejercida por la ciudadanía el pasado 2 de junio. Esta votación, marcada por una participación significativa, no otorgó a ninguna de las fuerzas políticas la mayoría calificada en ninguna de las cámaras federales, una situación que refleja la pluralidad del electorado y que debe ser respetada y reflejada en el reparto de plurinominales.
El proceso de asignación de plurinominales es crucial, ya que es a través de este mecanismo que se busca garantizar la representación proporcional de las distintas fuerzas políticas en el Congreso, salvaguardando así el equilibrio de poder y la voz de las minorías. En este contexto, el INE tiene la responsabilidad de preservar el espíritu del voto ciudadano, asegurando que la pluralidad expresada en las urnas se mantenga intacta.
Los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) hemos levantado la voz, advirtiendo que no permitiremos que se intente minusvalorar el voto que recibimos por parte de la sociedad. Las dirigencias de ambos partidos hemos expresado nuestra preocupación ante la posibilidad de que se manipulen los umbrales para la asignación de plurinominales de manera que se favorezca a la coalición gobernante, en detrimento de la oposición.
Cualquier intento de modificar las reglas del juego para beneficiar a un grupo en particular sería un atentado directo contra el régimen democrático del país.
Lo que está en peligro no es solo la representación justa de las y los ciudadanos que votaron por nosotros, sino el propio sistema democrático que hemos construido con tanto esfuerzo. No podemos permitir que los derechos humanos y la democracia sean sacrificados en el altar de intereses partidistas.
No estamos dispuestos a permitir que se manipule el voto de la gente para consolidar un poder hegemónico.
El INE, como órgano autónomo y garante de los procesos electorales en México, enfrenta un reto considerable. Cualquier decisión que tome será observada con lupa, no solo por los partidos políticos, sino por la sociedad en general, que exige transparencia y respeto a su voluntad expresada en las urnas.
La sesión del próximo viernes será determinante. El país estará atento a la decisión del Consejo General del INE, esperando que se mantenga fiel al principio de representación proporcional y se respete el espíritu de una elección que no entregó una mayoría calificada, sino un mensaje claro sobre la necesidad de equilibrio y pluralidad en el Congreso.
*Presidente Nacional del PRI.