Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido
El sentido común es una de las capacidades que brillan por su sencillez, por su llaneza y eficacia. Quien lo cultiva acaricia la cúspide de la sabiduría y, por supuesto, de la felicidad, pues evita las complicaciones o problemas e identifica con facilidad el camino directo.
Políticos y funcionarios de gobierno son proclives a la complicación y terminan adquiriendo el hábito de convertir lo fácil en complicado y en enredar lo que puede desanudarse con facilidad.
Por eso sorprende que una de las primeras decisiones del gobierno de Enrique Peña Nieto, sea o busque, simplificar los temas de la agenda nacional y, de paso, establecer las prioridades en el correcto orden.
El gabinete presidencial fue sectorizado en cinco rubros que corresponden a los ejes temáticos delineados por Peña Nieto en su discurso de toma de posesión, el pasado 1 de diciembre. Así realizó ajustes en el funcionamiento del dream team presidencial con la creación de cinco “gabinetes temáticos” que alineará con las grandes metas de su administración en materia de paz (¡bienvenido! deja de hablar de guerra e inseguridad), combate a la pobreza, educación de mayor calidad, prosperidad y la reinserción de México como actor global, es decir relaciones internacionales.
El mandatario sostuvo una reunión con su gabinete en Palacio Nacional donde se presentaron los equipos de trabajo. Al parecer, este ajuste comenzó a afinarse desde hace varias semanas, con el objetivo de ampliar el funcionamiento y eficiencia del gabinete, al alinear temáticamente a las dependencias con los cinco grandes objetivos del Presidente de la República para su sexenio, los cuales actuarán de forma transversal.
Los gabinetes son para atender las metas de “México en Paz”, “México Incluyente”, “México con Educación”, “México con crecimiento económico” y “México con responsabilidad global”. Las cabezas de cada uno serán, –respectivamente– las secretarías de Gobernación, Desarrollo Social, Educación Pública, Hacienda y Relaciones Exteriores.
Los cinco ejes enunciados son: lograr un México en paz y tranquilidad, mediante una estrategia nacional para reducir la violencia. Concretar un México incluyente, combatiendo la pobreza y cerrando la brecha de desigualdad social. El tercer objetivo es una educación de mayor calidad para todos. La cuarta meta es que México alcance prosperidad mediante la generación de mayor riqueza. Y, la última aspiración es que México vuelva a ser protagonista en el concierto de las naciones.
La flexibilidad es una de las herramientas más útiles y se prevé usarla ya que una secretaría de Estado podrá estar al mismo tiempo en varios gabinetes temáticos atendiendo diferentes prioridades. Por ejemplo: Gobernación encabezará el gabinete “México en Paz”, pero podrá participar en los demás programas.
Este intento de poner los caballos delante de la carreta (no atrás, como pareció hacerse) debe jalar a toda la sociedad, sometiendo el interés de grupos políticos o económicos, al general de la nación, no al revés. Es decir, tan simple o tan complicado como decir 2+2=4.
Ojalá se siga en esta lógica, tan simple, directa, como el sentido común.