Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido
Recientemente concluyó el periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, pero la carga de trabajo o de rezagos es de tal magnitud que si se hiciera una encuesta entre los propios legisladores hasta los más arraigados a su terruño dirán que reiniciar los trabajos extraordinarios es deseable, necesario y cuanto antes, mejor.
No gozan los legisladores, a pesar de las costosas, insistentes e inútiles campañas publicitarias, de buena fama. Es más, su nivel de aceptación o reconocimiento está por debajo del de los policías y no es nada más por la forma caricaturizada en que los presentó Abel Quezada, sino porque es una fama bien ganada a pulso.
Por eso, ahora que el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, analiza, pondera y hasta consulta la resolución de diversos dictámenes, con el propósito de que a la brevedad se concrete un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso de la Unión, cuenta con el apoyo de muchos sectores y hasta el beneplácito de algunos diputados y senadores.
La finalidad es desahogar la cargada agenda de pendientes y, sobre todo, rezagos legislativos, además de la programada en el Pacto por México, negociación política en la que participan los dirigentes partidistas y altos funcionarios del gobierno federal.
Entre las prioridades del gobierno federal está la discusión del proyecto de reforma financiera -presentado hace unos días por el gobierno del presidente Peña Nieto-; la ley de transparencia y el Instituto Federal de Acceso a la Información, así como lo relacionado con la deuda municipal
Tan resulta oportuna y viable la propuesta de Osorio Chong, que el coordinador de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones, asumió el compromiso de que no habrá retraso, dilación o demoras para discutir y, en su caso, aprobar la reforma financiera. “Esperamos que el próximo miércoles la Comisión Permanente nos turne la iniciativa de reforma financiera para empezar a trabajar inmediatamente. Confiamos en la calidad y la celeridad del trabajo de las comisiones legislativas, las cuales elaborarán el dictamen para su eventual aprobación y presentación ante el pleno de la Cámara de Diputados”.
En los últimos meses, a partir de septiembre del año pasado, las cámaras de diputados y senadores adquirieron un dinamismo que pareció romper con el inmovilismo que caracterizó al Poder Legislativo durante años, por lo que la población vería con más que buenos ojos que si los legisladores ya lo hacen, sea por gusto u obligación, bienvenido.
QMX/am