DINTEL: ¡¡¡Ahí vienen los marcianos!!!

10 de septiembre de 2012
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Abelardo Martín

Hace unos días vimos el retorno de la histeria colectiva en municipios conurbados del oriente capitalino: Ixtapaluca, Chalco y Nezahualcóyotl en el Estado de México sufrieron el uso faccioso del miedo como arma mediática que hubo de ser frenado de golpe.  Hubo la creencia que había encubrimiento de los medios de comunicación, pero era imposible acallar algo que se pretendió mostrar como los narco-bloqueos en Michoacán o Jalisco, ahora en territorio mexiquense, con actos vandálicos diversos.

El miedo invadió centros comerciales del oriente de la ciudad, donde hay frontera con el Estado de México, porque se hizo flotar en el ambiente la amenaza de incendios, enfrentamientos, caos y destrucción.

Un uso amenazante, terrorista y destructivo de los rápidos sistemas de comunicación que atemorizan a redes sociales completas.

El miedo se extendió en segundos a decenas de miles de personas, independientemente de si forman parte o no de las llamadas redes sociales.

¿Juego?, ¿vandalismo? ¿terrorismo cibernético?, ¿impunidad? Estas y muchas otras preguntas surgen y aunque las autoridades informaron de la detención de 4 personas acusadas de propagar rumores sobre supuestos actos de violencia. Reconocieron que fueron “contratados” con la consigna de generar pánico en las calles, por lo que les pagaron 400 pesos.  José Luis  Peña Navarro, Juan Ramón Sánchez Torrijos, David  Guerrero  Padilla y Eugenia Maynez Osorio López son acusados de ataques a la paz pública, delito considerado grave y sin derecho a fianza.

A bordo de un vehículo con megáfono, alertaban a vecinos de la delegación Iztapalapa para que cerraran las puertas de sus hogares y negocios, ante la inminente llegada de contingentes de supuestos antorchistas.

Mientras, Marcelo Ebrard, jefe del Gobierno del Distrito Federal, tuiteaba por la noche que no existía razón alguna para el pánico y exhortaba a la población a no dejarse llevar por rumores.

Demasiado tarde la reacción de la autoridad, sumida en la molicie y el confort de las campañas del autoelogio y sin capacidad para enfrentar ataques por las redes sociales.

Miles de personas vivieron el pánico como cuando Orson Wells, el visionario cineasta, advirtió –en una película– la amenaza de la inminente llegada de los marcianos y hubo pánico. ..

Aquello, fue cine, hoy la cruda realidad.

QMex/am