Morena cosecha lo que siembra: destrucción
Muy pocos políticos desconocen esa sentencia de que, en su actividad, la traición juega un papel preponderante porque, dicen quienes saben, las puertas de acceso al poder (político y económico) son tan bajitas que quienes ingresan tienen que arrastrarse hasta lo indecible.
Por eso la actuación de políticos y funcionarios está salpicada de enfrentamientos y pleitos, buena materia prima para periodistas y medios proclives al amarre permanente de navajas.
En los últimos días hubo algarabía y estridencias que dejan ver lo cierto del dicho de que “cuando el río suena…”
Sorprendió, en primer lugar, la sospecha del jefe de la bancada priista en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, respecto a la sobriedad del gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, de quien se dice es afecto a las sobremesas largas aderezadas de caldos de uva y licores sofisticados.
La sospecha del diputado Beltrones fue avivada por las afirmaciones del mandatario guerrerense respecto a lo que denominó la auténtica vocación del diputado Beltrones, la represión.
El mandatario guerrerense y el líder de los diputados se enfrascaron en acusaciones verbales para luego cesar las hostilidades y abrir la posibilidad de un encuentro, amistoso por supuesto.
Primero intercambiaron descalificaciones mutuas por las policías comunitarias. El guerrerense acusó al legislador sonorense de tener “una vocación represora”, a lo que el diputado atajó: “primero me voy a enterar si (el gobernador) estaba sobrio”.
Un día antes, Beltrones pidió a los gobernadores en cuyos estados hay policías comunitarias que replantearan el funcionamiento de su administración. “Los gobernantes de esas entidades deben, con preocupación y responsabilidad, atender las necesidades de la población, y si no son capaces y suficientes de brindarles protección, seguridad y justicia a cada una de ellas, deberían de replantear en buena parte el funcionamiento de su gobierno y de ellos mismos”, dijo.
Aguirre Rivero respondió: “Yo pienso que Manlio Fabio se quedó anclado en el pasado, se quedó (anclado) hace 30 años. Seguramente que las expresiones que tuvo responden a su vocación represora. Recuerden nada más dónde se formó. En lugar de solamente verter críticas sobre algunos estados, sobre algunos gobernadores, (Beltrones) debería de preocuparse, por un lado, por generar mejores condiciones para los estados y mayores recursos”.
El problema es que a veces no tenemos los recursos suficientes. En eso debiera de ocuparse el señor Manlio Fabio. Yo creo que también sigue respirando por la herida”, finalizó Aguirre en alusión al apoyo que otorga al ex presidente municipal de Acapulco, Manuel Añorve, a quien Aguirre derrotó en las pasadas elecciones.
Beltrones a su vez, acusó de “irresponsable” al gobernador e indicó: “No personalizo ninguna discusión, primero me voy a enterar si estaba sobrio para saber en qué condiciones pudo emitir una declaración tan irresponsable”.
Pero no sólo ahí se cuecen habas. También en el PAN hay enfrentamientos con espectáculo garantizado: el dirigente azul Gustavo Madero y el senador Ernesto Cordero cruzaron el umbral de la civilidad y prudencia políticas y, se lanzaron acusaciones que exhibieron no solo las diferencias, sino la división en su partido. Testigos fueron Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación y los dirigentes del PRI, César Camacho, y del PRD, Jesús Zambrano, quienes tras una máscara de frialdad y atención disimulaban el goce por el espectáculo.
El enfrentamiento ocurrió por diferencias en la elaboración y negociación de la iniciativa de reforma en telecomunicaciones, en una reunión de los integrantes del Pacto por México, a la que también acudieron los coordinadores del PRI en el Senado y San Lázaro, Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, respectivamente, así como del PRD, Miguel Barbosa, así como el diputado Luis Alberto Villarreal, del PAN.
Amistades fingidas, desencuentros reales y enemigos eternos, rasgos de la política, de la auténtica y real politik.
QMX/am