DINTEL: Como con adolescentes, municipios y estados requieren límites

La única herramienta efectiva para alcanzar la justicia es que cada quien (persona o institución) sea responsable y asuma las consecuencias de sus dichos y de sus actos, tanto en lo positivo como en lo negativo.

Típica conducta adolescente es exigir canonjías, premios y reconocimiento, sin haberlo trabajado suficiente o, de otra parte, minimizar la relevancia de sus actos negativos o destructivos.

Tal es el comportamiento de muchos estados y municipios que, como adolescentes que abusan de la tarjeta de crédito, se enfrascaron en millonarias deudas que hoy tienen en bancarrota sus finanzas y esperan el rescate (como si fueran empresarios o banqueros mexicanos que ya lo han experimentado) del gobierno federal. Es decir como el papá “barco” o “trasatlántico” que absorbe las deudas de sus adolescentes, no sea que vayan a creer que no se les quiere.

Sin embargo, el nuevo secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, puso el límite y respondió que municipios y estados deberán asumir las consecuencias de sus ambiciosos proyectos que se quedaron en el papel y sirvieron para obtener préstamos que engrosaron sus deudas.

Opacidad, inadecuada supervisión de las finanzas locales, corrupción y constante incremento de. transferencias de excedentes petroleros y un proyecto político a la deriva o, peor aún, inexistente llevaron a estados y a municipios a aumentar el gasto corriente y a altos niveles de deuda, lo que dejó a algunas alcaldías en quiebra, como las de Acapulco y Cuernavaca, de las que se han hecho denuncia pública, por lo menos.

El problema del sobreendeudamiento de estados y municipios es una bomba silenciosa que puede explotar en cualquier momento, en un país donde se recauda poco y se gasta mucho, advirtió Manuel Molano, director adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

Las deudas locales se explican por dos factores: hay más posibilidades para que comprometan ingresos de participaciones federales en infraestructura, y hay un crecimiento irresponsable en el gasto de nómina.  También el uso y abuso de concesiones privadas de servicios públicos sin control y menos supervisión. La administración pública a capricho, sin equilibrio, sin control.

El director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz, y el Imco coinciden en que hay graves problemas por la falta de transparencia en los presupuestos municipales.  El Imco ubica los 10 municipios más endeudados -Guadalajara, Tijuana, Monterrey, Zapopan, Benito Juárez, Nuevo Laredo, León, Mexicali, San Nicolás de los Garza y Tlaquepaque- representa 33.5% de la deuda municipal.   En días pasados, en el Congreso se dio a conocer que la deuda pública de las entidades federativas y municipios aumentó 99.1 por ciento en menos de cuatro años, al pasar de 203 mil 070 millones de pesos en diciembre de 2008 a 404 mil 409 millones en junio de 2012.  El endeudamiento per cápita de los mexicanos asciende actualmente a 3 mil 524 pesos.  Por ello, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicitó a la Secretaría de Hacienda un informe trimestral sobre la evolución de la deuda pública de estados y municipios garantizada con las participaciones federales.

Los adeudos de los gobiernos locales representan hoy 80.1 por ciento de las referidas participaciones, en contraste con el 50.7 por ciento que significaban al cierre de 2008. Y, como proporción del Producto Interno Bruto del país, el endeudamiento alcanza 2.7 por ciento.

El saldo total de la deuda pública, 322 mil 950 millones de pesos corresponden a las entidades federativas; 30 mil 570 millones, a los municipios, y 6 mil 029 millones, a organismos municipales.

El crecimiento acelerado de los adeudos responde a razones políticas, administrativas y económicas, así como a factores financieros derivados de los altos costos de la contratación de los créditos y de los intereses pactados con las instituciones bancarias.

Por eso la definición de Hacienda de que estados y municipios sean responsables de sus actos equivale a tratar el asunto como un padre de familia sabe debe tratar a sus adolescentes: con límites, hacer que asuman la responsabilidad de sus actos.

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QMX/am