DINTEL: El cambio verdadero, cada 24 horas

En su reflexión diaria, en mitad de la noche o al amanecer, el presidente Enrique Peña Nieto revive la conciencia de la gravedad de los problemas del país por el crecimiento poblacional, pero sobre todo, por el rezago de omisiones y equivocaciones de los gobiernos de todos los tintes políticos.

Por eso sabe que no se puede “cantar victoria” en los primeros 100 días, tiempo insuficiente siquiera para determinar o rectificar el rumbo nacional, empezando por las llamadas “prioridades”. Forma parte de la llamada herencia maldita, el programa de seguridad, pues en los hechos su equivocación logró una eficiente mercadotecnia de la violencia.

El balance es, pues, de cada día y abarca a todos los funcionarios, porque si se hiciera cada 100 días habrían problemas y circunstancias que, de tan urgentes, no lo permitirían.

Varias son las opiniones sobre el mandato del presidente Enrique Peña Nieto durante sus primeros 100 días. Para el Partido Revolucionario Institucional, “se han logrado avances significativos que han permitido dar pasos de conciliación y compromiso común, con lo que se han alcanzado reformas y leyes”.

El coordinador de los senadores del tricolor, Emilio Gamboa Patrón, dijo que Peña Nieto “ha cambiado el estilo de hacer las cosas con firmeza y eficacia, con la decisión de construir un México incluyente, lo que ha provocado una actitud favorable de propios y extraños que han reconocido al nuevo gobierno”.

Por su parte, el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, indicó que los primeros 100 días de gobierno de Peña Nieto se han caracterizado por “una fachada de muchos colores, de mucho artificio”, lo que definió como una “estrategia del maquillaje”. Madero se dijo “preocupado” por el autoritarismo imperante en las entidades gobernadas por priistas y señaló que “se ha recrudecido ese PRI autoritario que se observaba siempre en los gobiernos federales del siglo pasado”.

En tanto, el presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, dijo que “100 días son pocos para calificar el regreso del PRI a Los Pinos”. Sin embargo, aseveró que Peña Nieto se mueve en un escenario contradictorio: Por un lado, ha prometido impulsar las reformas que requiere el país mediante el Pacto por México, pero otros temas siguen “esencialmente igual, como la inseguridad, la pobreza y las tentaciones autoritarias”, mencionó.

“En materia de seguridad, con el PRI en Los Pinos sigue ocurriendo el mismo número de crímenes vinculados a la delincuencia organizada, pero se están dando pasos importantes de coordinación entre los municipios, los estados y el gobierno federal para que sea un mando único estatal el que brinde seguridad a la población”, añadió. Empero, el dirigente perredista calificó de “muy importante” la detención de Elba Esther Gordillo, “símbolo de la impunidad y la antidemocracia”.

Para el sector empresarial las expectativas son favorables y promisorias con un claro fortalecimiento del poder presidencial, sin que ello signifique una visión triunfalista que distraiga de los temas pendientes. El documento “La Voz del CCE”, sirvió al presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, para reconocer que también se han generado inquietudes en ciertas áreas, aunque “de manera general, es evidente un cambio de expectativas que son más favorables para el país”.

Señaló que se ve voluntad de superar inercias para romper con un escenario de confrontación partidista permanente y una percepción de parálisis que ha sido endémica en diferentes ámbitos. Para el empresariado mexicano se perfila un renovado clima político con disposición para el diálogo, los acuerdos y una agenda común.

Cien días son apenas poco más de 3 meses que se pasaron volando, por eso en situaciones críticas, en las que se requiere de grandes cambios, el mejor método es el que siguen los grupos de autoayuda (alcohólicos, drogadictos, obesos, etcétera): 24 tras 24 horas. O sea: “solo por hoy”. Si logra esta meta, el cambio en poco tiempo, será gigantesco.

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