DINTEL: El presidente solo, o entre amigos e incondicionales

14 de septiembre de 2012
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8:40
Abelardo Martín

Muchos de sus colaboradores, pero especialmente de sus amigos, están hoy lejos de él. No solo se cuenta a quienes murieron, como Juan Camilo Mouriño o José Francisco Blake, quienes profesaron amistad al presidente, sino otros muchos que hoy están lejanos de sentir afecto y amistad por Felipe Calderón. Ha sido una dura experiencia.

No por esas razones, seguramente el presidente electo, Enrique Peña Nieto, acotó expresiones y afanes de amistad entre sus colaboradores o en el desempeño de su trabajo los próximos 6 años. El presidente no tiene amigos, dijo palabras más, palabras menos.

Es condición humana disfrutar la amistad, que según Epicuro, filósofo de la antigüedad, es la única experiencia trascendente. No obstante, la garantía del presidente entrante es bienvenida y aplaudida. No más amiguismo, influyentismo o compadrazgo. La situación nacional es de tal gravedad, que requiere capacidad, no solo lealtad al jefe, tradicionalmente rodeado de “amigos” y aduladores.

Lo amargo de la realidad y de la condición humana se expresa de cuerpo entero en la carta que dirigió el, nuevamente, senador panista Javier Corral al presidente Felipe Calderón. No tengo elementos para saber si pertenecer al mismo partido y, de hecho, a la misma generación, los hizo tener vínculos o sentimientos de amistad, pero el tono de sus expresiones revela hoy lo contrario.

Sin haberse confirmado, el presidente habría calificado de “cobarde” a Corral por su inasistencia a una convocatoria a una reunión de panistas a Los Pinos. Corral denunció el carácter “colérico” de Calderón y lo llamó “cobarde”, por traicionar los principios de su partido y no admitir crítica alguna.

“Innegable es tu forma de tratar a los panistas, perdiste todo sentido de civilidad política. La falta de respeto a varios compañeros y a tus propios colaboradores, una rudeza innecesaria a quienes disienten de tus opiniones. ¿Y qué has logrado?: renuncias de Secretarios de Estado, expulsiones del partido, miembros que hicieron campaña no contra el PAN sino en despecho de ti. Las peores críticas a tu carácter, por cierto, las he oído en voz baja, en murmullos, de gente muy cercana a ti. Esa es la verdad inocultable. Eso no requiere mayor trabajo sino sólo ver cómo está el partido y buscar a los causantes de las divisiones. Los resultados de tus políticas están a la vista. El duopolio televisivo es hoy más poderoso que hace seis años y Peña Nieto es el Presidente electo…. El partido ha estado perdiendo elecciones y tu debilidad ante Televisa se ha visto desde que eras candidato. ¿No te acuerdas de la Ley Televisa? ¿Cuál fue tu papel en su aprobación y cuál fue el mío ante tal intento de despojo a la Nación? Este primero de diciembre le vas a entregar, en San Lázaro, la banda presidencial a Peña Nieto. La misma que recibiste de Vicente Fox… Lo sabes bien, ese momento condensará como ninguna crítica o análisis, tu fracaso.  Espérate a que conozcas la condición humana a partir de que dejes el poder y entiendas que lo que más te ha perjudicado eres tú, tu carácter colérico al que le gana el coraje en cualquier momento”.

Y agrega que, “con absoluta franqueza te he dicho lo que pienso, en tu cara, no como otros. Nunca te he tenido miedo. La razón por la que no asistí a la reunión fue para evitar tus exposiciones interminables donde tú monologas, no dialogas, sobre las maravillas de tu Gobierno y lo bien que hiciste todo, donde culpas a la campaña y al partido de la derrota pasada.  Fuera totalmente de la realidad estás diciendo cosas muy delicadas y sigues insultando a tus críticos, deberías cuidar tu investidura. … podemos aprovechar tu desahogo discutiendo nuestras diferencias cuando quieras, en donde quieras y ante quien quieras,  en cualquier caso, discutamos lo que te agravia: tú tienes la palabra”, finaliza.

En efecto, la amistad por principio debe quedar fuera del desempeño presidencial y se opte por la justicia y la ley. Así, llegará sin amigos pero seguro, al terminar su mandato, los habrá multiplicado porque habrá puesto en práctica principios y valores superiores que solo llevan a la auténtica, la verdadera amistad. De paso, se evitará el disgusto de comprobar que hay “amigos”, que resultan verdaderos enemigos.

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QMex/am

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