Poder y dinero
El mejor ambiente para el desarrollo y evolución de una sociedad es la paz, no en vano siempre se le vincula al orden y progreso. La violencia es su antípoda y en ella se cultiva el abuso, el desorden y el retraso.
Eso es, justamente, lo que padeció el país en los últimos años en los que el gobierno optó por una guerra (contra el crimen organizado y el narcotráfico como objetivos), en vez del respeto a la ley, la armonía, la justicia, el crecimiento, la salud y la educación.
Es de la mayor trascendencia el replanteamiento, ya anticipado desde hace meses, de la estrategia de seguridad del gobierno priista que encabeza Enrique Peña Nieto y la sustitución de sus acciones por diversas dependencias involucradas. La premisa es la prevención, que incumbe a todas las instancias gubernamentales, en vez de la represión, responsabilidad del Ejército, la Marina y la policía.
La demanda legal iniciada en un tribunal internacional en Holanda por el ex gobernador Humberto Moreira en contra del ex presidente Felipe Calderón, es el punto de partida de distintas acciones de distintos actores políticos y sociales para descalificar al ex gobernante.
Ayer, en el Palacio Nacional, el presidente Peña Nieto, dio fin a la guerra e inauguró el periodo de la paz, lo que no implica tolerancia con quienes delinquen o violan la ley.
El presidente anunció seis líneas de acción en materia de seguridad, entre las que destacan la creación de la Gendarmería Nacional, que contaría con 10 mil elementos; la revisión de la figura del arraigo y el fortalecimiento de la Procuraduría General de la República (PGR).
“No habrá improvisación. La planeación nos permitirá asignar responsabilidades y fechas precisas de cumplimiento para cada institución de Gobierno de la República y para los gobiernos locales”, advirtió Peña Nieto. Hace 6 años, los gobernadores estaban sorprendidos porque el plan de Calderón se anunció sin coordinación ni aviso previo.
Al clausurar la II Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) 2012, el titular del ejecutivo anunció, para procurar los derechos de los migrantes, la depuración y restructuración del Instituto Nacional de Migración.
Los ejes del plan de seguridad y justicia son: Planeación, para reducir la violencia y recuperar la paz; Prevención, para enfocar esfuerzos institucionales en atender causas de los fenómenos criminales y no sólo sus consecuencias.; Respeto a Derechos Humanos, con él se activará un programa nacional que dé seguimiento a la instrumentación de la reforma en la materia; Coordinación, en él se fortalecerá el trabajo entre los gobiernos federal, estatales, Distrito Federal y municipios y, el país se dividirá en cinco regiones operativas consensuadas para lograr una mayor eficiencia operativa; Transformación Institucional, se establecerán protocolos y sistemas para el ágil y oportuno intercambio de información que aproveche los avances que hoy tiene Plataforma México; y Evaluación, mediante la Secretaría de Hacienda para revisar los fondos de seguridad y rediseñar las reglas para agilizar el flujo de recursos en este rubro.
Otras acciones, otros objetivos, otros métodos. El Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, explicó la nueva estrategia, diferente en fondo y forma de la anterior.
Durante la presentación de la nueva Estrategia Nacional de Seguridad, en sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), Osorio Chong dijo, además, que dos veces aumentaron los recursos contra la delincuencia y dos veces aumentó la tasa criminal, al grado que entre 2006 y 2012 se tiene un registro de 10.6 millones de delitos. El secuestro en el sexenio anterior se incrementó 83 por ciento y la extorsión 40 por ciento. Todo esto configuró una tasa de crecimiento de homicidios. Afirmó que, para abatir la inseguridad, es necesario reconocer que México enfrenta un alto nivel de violencia, que está relacionado con el narcotráfico y variables estructurales.
Los niveles de violencia en el país están relacionados con pobreza, marginación debilidad institucional, entre otras variables. Destaca, por tanto, el interés de que se resuelva la inseguridad, pues la sociedad mexicana considera que es el problema que “más lastima”.
Más educación, más salud, más combate a la pobreza, son ahora las herramientas y, también hay que decirlo, menos violencia. Empezando por la verbal.
Una estrategia de paz, en vez de la de la guerra.
QMX/am