Cierra la chimenea a los ladrones
Hubo un pragmático empresario que para demostrar que “lo urgente” deja de serlo pronto y no es importante, almacenaba en el cajón principal de su escritorio lo que su angustiada y después sorprendida secretaria le presentaba para inmediata decisión.
En la política lo urgente acapara la atención y obliga a posponer lo importante. Uno de los más graves rezagos del país, sin lugar a dudas, se originó por el burocratismo y la ineficacia de la secretaría de la Reforma Agraria, como pomposa y falsamente se denominó al antiguo Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, cambio de nombre cuyo objetivo fue el de que su titular formara parte del selecto grupo de precandidatos a suceder al autor de esa idea, Luis Echeverría Álvarez.
El cambio fue demagógico y populista porque el retraso del campo mexicano no cambió, al contrario se agravaron los problemas, las carencias que generaron migraciones y abandono.
La inseguridad en la tenencia de la tierra está, a un siglo de la revolución, en la base de la problemática de la producción agropecuaria y el abandono de los campesinos de México.
El panismo, especialmente el gobierno de Felipe Calderón, mantuvo en el olvido a esa dependencia, a tal punto que ni conocedores, especialistas o analistas de la política y el gobierno identifican y menos recuerdan a quien durante 6 años cobró como secretario de la Reforma Agraria. Optó por el “perfil bajo”, reducto de pusilánimes o incapaces.
Quizá por el miedo al concepto de “reforma agraria” el panismo abandonó el campo y, como causa o efecto, desapareció la Secretaría y los funcionarios de la Reforma Agraria, que hoy recupera ya aliento y vigor, tanto que en menos de 15 días, el presidente Enrique Peña Nieto, ha encabezado actos públicos con funcionarios de esta dependencia.
El presidente Peña Nieto entregó los primeros apoyos del Programa de Ordenamiento de la Propiedad Rural, con el que terminan los conflictos agrarios en más de 4 mil hectáreas de núcleos agrarios en los estados de Guanajuato, Hidalgo, Puebla, Chihuahua y Tamaulipas.
Dar certeza jurídica a la propiedad rural es urgente, afirmó el mandatario ante dirigentes e integrantes de organizaciones campesinas en la residencia oficial de Los Pinos, en donde la presencia de campesinos es todo un acontecimiento en si mismo.
El mandatario dio instrucciones a Jorge Carlos Ramírez Marín, titular de la nueva Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), para acelerar los procesos bajo sus atribuciones para resolver los conflictos del campo y, aunque no se diga, de la ciudad porque la falta de reserva territorial en municipios hace que el crecimiento urbano invada ejidos y comunidades con la especulación y corrupción que eso provoca.
El presidente Peña agradeció este primer encuentro con organizaciones agrarias, “por lo que para muchas les resultará novedoso la relación que tendrá con la nueva Secretaría de la Reforma Agraria”.
Para el Ejecutivo Federal, es imponderable hacer que el campo mexicano tenga un rostro de mayor justicia, asegurar que más mexicanos tengan un recurso de apoyo y, junto con la Sagarpa, transformar la realidad y el rostro del campo mexicano.
O sea que, la secretaría de la Reforma Agraria, hoy con nuevo nombre, no estaba muerta, andaba de parranda, como dice la popular cumbia.
QMX/am