Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido
Una de las lecciones más valiosas sin desperdicio del panismo en los últimos 12 años es la devastación que produce la soberbia, cuando invade a un individuo, a un partido o a la sociedad.
La soberbia puede ser un ingrediente del poder, salvo que se tenga plena consciencia de su capacidad destructora, que empieza por volver ciego, sordo, mudo, sin tacto y sin gusto a quien es invadido.
Hoy cualquiera ve natural la debacle del panismo y los elevadísimos porcentajes de deserción que sufre.
Es una historia que los priistas ya vivieron, sufrieron y quién sabe si superaron. En los primeros días del 2001 muy pocos apostaban al priismo, la desbandada fue masiva, bajo la observación complaciente del panismo que lo dio por muerto, tan destruido internamente que parecía imposible su sobrevivencia.
Es más, la soberbia personal y del gobierno de Vicente Fox fue como el certificado de defunción de un ente que se recuperó como bien comprueban los hechos. Hoy, el PAN es el partido caído y las cifras lo confirman, más allá de las naturales y previsibles “deserciones” de Vicente Fox y de su esposa Martha Sahagún que, como una marca, la utilizaron en su beneficio.
El PAN perdió al 80% de su militancia, revelan las cifras del Padrón Nacional Depurado, luego de concluir el proceso de refrendo. Entre militantes y adherentes, pasó de 1 millón 868,567 a 368,253 y, entre militantes activos, se redujo de 354,461 a 205,033, lo que representa una caída del 57%.
El Instituto Federal Electoral (IFE) solicita que un partido tenga al menos 219,608 afiliados para conservar su registro. En el padrón depurado del PAN no aparecen los nombres de Vicente Fox Quesada, expresidente de México y los exgobernadores Patricio Patrón Laviada, de Yucatán, y Héctor Israel Ortiz Ortiz, de Tlaxcala. Elías Villegas Torres, considerado el patriarca de la organización de ultraderecha Yunque, decidió no refrendar su afiliación en el panismo.
Marta Sahagún confirmó que Fox no es más militante del PAN, por “convicción” propia. La esposa del ex mandatario dijo textual: “Para ser un buen mexicano y un buen ciudadano no necesitas necesariamente estar afiliado a un partido político y en el caso particular de él es un hombre luchador por la democracia y la democracia está por encima y por sobre todos los partidos cualquiera que este sea”.
La ex vocera presidencial, afirmó que el ex presidente ya tomó la decisión, tal como ella lo hizo hace seis años de no seguir en las filas de AN. En el listado que publicó en su página web, más del 50 por ciento de los militantes panistas abandonó sus filas después de la derrota electoral del 2012, mientras que los simpatizantes desaparecieron hasta en un 80 y 90 por ciento.
Para Cecilia Romero, secretaria general del partido, la clave está en el cambio de actitud de sus militantes y, adelanta una teoría: “El panismo está orgulloso de su partido”, dice, “pero entiende y reconoce que no hemos sido capaces de vivir en congruencia con los valores que inspiraron al partido. “Se ha desdibujado la identidad del PAN y, a la hora de practicar los principios del PAN, hemos ido copiando otras formas distintas que no son las del partido. Antes nos veían como honestos, ahora nos ven como los demás partidos”, reconoce.
No se trata de redactar nuevos estatutos ni hacer una campaña de refrendo de membresías, sino que “hará falta fomentar una nueva actitud de los panistas, pero no es sólo eso, es el comportamiento, el modo de ser panista”.
En síntesis, cuando la soberbia invade a un organismo no hay nada que alcance, solo la humildad, mantener los pies en la tierra, atender principios más que personas o compromisos con grupos de interés. Ojalá se haya aprendido bien la lección.
QMX/am