DINTEL: Los periodistas tienen la culpa

15 de junio de 2012
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8:56
Abelardo Martín

El clima de linchamiento hacia los medios de comunicación y periodistas es creciente. Los ejemplos sobran. Las agresiones contra instalaciones de Televisa, la amenaza verbal y física contra instalaciones físicas y profesionales de la comunicación es preocupante.

Es alarmante la ola de asesinatos perpetrados contra informadores en distintas partes del país. A las amenazas han seguido los hechos.

Cuarenta y cinco periodistas han sido asesinados de 2006 a la fecha, en ciudades donde las autoridades mexicanas reportan la presencia de células del narcotráfico.

El más reciente se registró ayer. El periodista Víctor Báez fue hallado sin vida este jueves en la plaza principal de Xalapa, tras haber sido secuestrado en la víspera.  El profesional cubría información policial del diario Milenio y era integrante del consejo editorial del portal de noticias www.reporterospoliciacos.mx, había presentado una denuncia en 2008 por golpes y amenazas cuando cubría un desalojo violento de una protesta de choferes de autobuses.  La portavoz de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Gina Domínguez, precisó que cerca de las 23 horas locales del miércoles recibió un reporte, que indicaba que tres hombres armados, a bordo de una camioneta gris, habían interceptado al periodista en la salida de su oficina.  Con la muerte de Víctor Báez suman nueve los periodistas y fotógrafos que han sido asesinados desde 2011. Una de ellas fue la corresponsal del semanario Proceso, Regina Martínez, quien fue hallada muerta en su casa, aparentemente por asfixia.  Antes de Regina, los fotoreporteros Guillermo Luna, Gabriel Huge y Esteban Rodríguez fueron asesinados con diferencia de horas.

Apenas esta semana, el ex director general del ISSSTE y ex candidato panista Miguel Ángel Yunes Linares, acusó al ex gobernador veracruzano, Fidel Herrera, de ser el responsable de “abrir” las puertas del estado de Veracruz a la delincuencia organizada en general, pero en particular al grupo de Los Zetas.  “El señor se dedicaba a lavar dinero de Los Zetas, eran empresas ficticias que trabajaban para Pemex, que ganaban muchos contratos, obviamente con precios baratos, era lavar dinero, y quien lo protegía era Fidel Herrera Beltrán”, señaló.  Cabe mencionar que Francisco Colorado, dueño de ADP Petroservicios, es una de las 15 personas acusadas de lavar dinero para `Los Zetas` o lavar dinero de `Los Zetas` por medio de la compra de caballos pura sangre para carreras parejeras. Para Yunes, el polémico ex priista, “Colorado es un empresario que operó como hombre de paja o prestanombres, para Óscar y Miguel Treviño Morales para la compra de varios caballos y, Fidel Herrera dejó operar libremente al cártel, por su amistad con Colorado, le permitía hacer carreras de caballos, donde se reunían delincuentes”.  Los homicidios de Regina, Guillermo, Gabriel y Esteban ocurridos el pasado 3 de mayo, fecha en la que a nivel internacional se conmemora el “Día Mundial de la Libertad de Expresión”. Ello generó que organizaciones mexicanas e internacionales hicieran pronunciamientos sobre la situación que impera en el país por la falta de garantías en el estado para defender el derecho a la libertad de informar libremente, pero también por la falta de resultados de las autoridades mexicanas para investigar los asesinatos y desapariciones de periodistas.

Carlos Lauría, coordinador del Programa para las Américas del Centro de Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), dijo que en México se vivía “una situación sin precedentes”, en la cual “pareciera” que los políticos mexicanos, como es el caso de los cuatro candidatos a la presidencia, no están preocupados por atender.  La lista de periodistas asesinados crece cada año. Artículo 19 documenta cómo en el 2000 se reportó la muerte de tres  periodistas. Esa cifra fue muy parecida hasta 2005, con ligeras variaciones, pero de 2006 a 2011, con la ofensiva del Ejército contra el narcotráfico, la cifra de periodistas muertos se elevó a 10 por año en algunos casos.

Hace tres semanas, la Cámara de Diputados aprobó la nueva Ley para Defensores y Periodistas, que entre otras cosas propone la creación de un mecanismo que brinde seguridad a los defensores y periodistas amenazados por sus actividades.  La medida ha generado polémica entre organizaciones como Artículo 19, al considerar que sólo duplica los mecanismos actualmente establecidos y al mismo tiempo no ataca el problema central, la impunidad, lo que es un hecho es que mientras no se logre un método efectivo de protección y se capture a los responsables de los asesinatos de periodistas, defensores y población civil, la lista de asesinatos seguirá creciendo, así como la de criminales sin castigo.

Los periodistas y los medios son trasmisores, pero desde siempre se les atribuyen culpas que no tienen. El gremio se ha convertido en un fiel reflejo de lo que ocurre al país, por eso es absurdo que haya quienes piensen que en la gravedad de la situación que vive el país, en especial el clima de violencia generalizado, los informadores tengan la culpa. Si acaso son ingenuas víticas, pero no son los culpables.

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