DINTEL: Malas noticias petroleras

31 de agosto de 2012
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8:39
Abelardo Martín

Las noticias de que hay nuevas reservas de hidrocarburos representan la posibilidad de que el país siga explotando esos recursos para desperdiciarlos como ha ocurrido desde que al final de la década de los 70s el entonces presidente José López Portillo auguró una era “de abundancia” para México por la ambiciosa explotación petrolera.

No ocurrió así. Hoy el número de pobres es cercano a los 60 millones de mexicanos, el yacimiento Cantarel, en la sonda de Campeche, uno de los más grandes del mundo (según se publicitó en su momento) ha sido ya sobreexplotado y entró a su etapa de agotamiento.

La industria petrolera es dependiente de tecnología y equipos importados, ha sido incapaz de generar sus propios insumos. La mejor demostración es que a pesar de las grandes cantidades de petróleo crudo que se extraen diariamente, somos grandes deficitarios e importadores de gasolina y un sinnúmero de productos y derivados petrolíferos.

Cual entonces es la buena noticia anunciada por el presidente Felipe Calderón, a quien le ha tocado la mala suerte de que todos los problemas del país le explotaran en las manos durante su sexenio, según ha quedado demostrado en distintos aspectos, aunque especiualmente en cuanto a la guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico.

Antes de mas descubrimientos, las buenas noticias serían la restructuración de la carga fiscal a que se somete a Pemex; otra sería la remodelación y reacondicionamiento de la empresa, abandonada durante tantos años; y por supuesto la redefinición del destino final de los ingresos por la venta de hidrocarburos para destinarlos a fines educativos, formativos y productivos y no para cubrir déficit e ineficiencias de la administración del gobierno.

Por eso, cuando presidente Felipe Calderón anunció el hallazgo de un nuevo e “importante” yacimiento de petróleo en aguas profundas, que podría producir de cuatro mil a 10 mil millones de barriles de petróleo crudo, lejos de abrir la esperanza al progreso, se augura que hay mas para desperdiciar y dilapidar, lo que es perjudicial siempre para una persona, para una familia, para la empresa y por supuesto para el país.

Junto al anuncio de este descubrimiento, el primero de gran envergadura en aguas profundas del Golfo de México, hecho por la Plataforma Bicentenario en el pozo Trión 1, ubicado a 40 kilómetros de la frontera con Estados Unidos y a 180 kilómetros de Tamaulipas, en la zona conocida como “perdido”, debió garantizarse su no explotación hasta consolidar las “reformas estructurales” tan deseadas como anunciadas.

La producción de este yacimiento de petróleo ligero equivale a un tercio de la producción total anual de Pemex.

“Es sin duda un gran logro para todos los mexicanos”, dijo Calderón.

Pero sus palabras serán reales sólo si se garantiza que la riqueza petrolera no seguirá desperdiciándose, si no contribuye a la real industrialización no nada mes del sector sino del país.

De lo contrario puede ocurrir que en 20 años, como pasó ya con Cantarel, se anuncie su agotamiento, mientras el número de pobres siga creciendo. O sea, antes de aumentar la explotación petrolera debiera definirse lo prioritario, lo estructural, lo que garantice que el petróleo se vuelve generador de riqueza, no nada mas para subsidiar ineficacia o consumo.

QMex/am

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