Abanico
Quien espere resultados espectaculares del encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y México, Barak Obama y Enrique Peña Nieto, se llevará un palmo de narices, porque la agenda está concebida, simple y sencillamente, para organizar el trabajo de corto, mediano y largo plazo.
Los errores graves de política internacional del panismo, a partir del atentado terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York descompusieron la relación, que no logró recuperar el gobierno calderonista que, aparte, culpó a los Estados Unidos de muchos de los males de México.
Peña Nieto centra su objetivo en tener armonía y velocidad en la organización de los cuando menos 200 temas importantes que comprenden la agenda México-Estados Unidos y no solo el de (in) seguridad. En lo personal, Obama y Peña tienen mucho futuro porque ambos están por iniciar su mandato (aquel su re elección y éste su gobierno).
La Casa Blanca dio a conocer que el presidente Obama espera con interés reunirse con Peña Nieto para escuchar su visión de México durante los próximos seis años en asuntos bilaterales, regionales y globales. Se reunirá con la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y con líderes en el Congreso, el encuentro presidencial durará apenas 60 minutos, mientras que el cónclave entre sus respectivas comitivas de seguridad será de 35 minutos. Estos tiempos son apenas suficientes para mostrar intenciones, propósitos y objetivos, sin profundizar más. El presidente estadounidense será acompañado de sus principales funcionarios en materia de seguridad: el vicepresidente Joe Biden; la secretaria de Estado, Hillary Clinton; el jefe de Oficina y Asistencia del gobernante, Jack Lew; y el asesor de Seguridad Nacional, Tom Donilon, así como también el asistente del presidente para Seguridad Interior y Contraterrorismo, John Brennan; el asesor adjunto de Seguridad Nacional y Asuntos Económicos Internacionales, Michael Froman. Además la secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson; el embajador de los Estados Unidos en México, Anthony Wayne; el asistente especial del presidente y director general para Asuntos del Hemisferio Occidental, Ricardo Zúñiga.
En el encuentro privado en el despacho oval de la Casa Blanca, el político mexiquense estará acompañado por integrantes de su equipo cercano, como Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio Chong, Emilio Lozoya Guajardo y David López. Posteriormente Peña Nieto tendrá una reunión privada con el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, y recibirá el saludo de los senadores John McCain, Bob Menendez, Marco Rubio y Tom Udall en el Capitolio. Peña Nieto también se dialogará con la titular de la Secretaría de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, así como con la lideresa de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. De acuerdo a especialistas, el presidente electo de México y el mandatario de Estados Unidos buscarán fijar el tono de la relación bilateral y refrescar la agenda para los próximos años. El director del centro de investigación Diálogo Interamericano, Michael Schifter, señaló que el encuentro permitirá delinear la agenda bilateral para los próximos años, evaluar y, en su caso, mantener los avances de los años recientes. “Esta será la primera oportunidad para asimilar esos resultados y ver para dónde se puede ir”, apuntó Schifter. “El corte generacional de ambos abre la posibilidad de una relación más fresca”, añadió. Apuntó que más allá de las discusiones de los temas que componen la agenda bilateral, la “química” personal será fundamental. “En la medida en que puedan llevarse bien, entenderse bien y tener buena comunicación, encuentros como este ayudan a sentar las bases para una relación más productiva”, precisó. Eric Olson, director adjunto del Centro Woodrow Wilson “Es claro que el gobierno de Peña Nieto quiere ponerle nuevo énfasis a los temas económicos, de relaciones comerciales y el tema energético”, mencionó Olson.
Por supuesto, el nuevo gobierno sabe que el tema de seguridad es la papa caliente por la equivocada estrategia de los últimos años, de ahí la importancia de incorporar los temas económicos, políticos y sociales que se dejaron de lado.
Es tan rápido y corto el encuentro que apenas da para buenas formas y mejores propósitos.
QMX/am