DINTEL: Ningún pretexto o interés que detenga la educación

“Ya estuvo bueno de eso”, exclamó el presidente Felipe Calderón, al analizar que ninguna causa o pretexto pueden impedir la educación de los mexicanos.

Aunque también su afirmación quiso interpretarse como una respuesta a los comentarios de su antecesor Vicente Fox respecto a las elecciones presidenciales, lo cierto es que Calderón tocó uno de los rubros más sensibles y polémicos de la gestión gubernamental de los últimos sexenios: el apoderamiento de los sindicatos de maestros de los programas educativos y la pérdida o claudicación del gobierno en este grave problema.

Se ha vuelto común el atribuir a la maestra Elba Esther Gordillo Morales los problemas de la enseñanza pública de México, sin que los titulares de Educación Pública, priistas, panistas o apartidistas asuman la parte de responsabilidad que les toca, bien por sometimiento o por subordinación de sus obligaciones y atribuciones.

El apoderamiento del sistema educativo básico por las estructuras sindicales no se gestó en un momento, sino que ha sido un largo proceso. El presidente Calderón quiso ser enérgico, firme y contundente. Por eso pidió a los padres de familia exigir al gobierno y a los maestros que cumplan y “que no se deje a las niñas y los niños sin clases, por capricho de nadie”. Los llamó a no ser rehenes y punto.

“Que no se use el derecho de los niños a aprender por pretensiones salariales, laborales, sindicales, políticas, ideológicas o de ninguna índole. Ya estuvo bueno de eso”, aseveró en el inicio de la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (Enlace) 2012. Pero también, hizo un reconocimiento a quienes están comprometidos con la calidad educativa “y respetamos a quienes discrepan de nuestro punto de vista, pero no estamos de acuerdo que se deje a las y los niños sin clase por defender intereses de grupos o de partidos o de ideologías”.

“Hemos sido y seguiremos siendo tolerantes, muy tolerantes, pero no permitiremos que se quebrante la ley, y menos que se quebrante la ley para atentar contra una sola escuela, contra la educación, contra otras maestras u otros maestros, y menos toleraremos que se atente contra el derecho de los niños a recibir clases”, puntualizó. Por ello, exhortó a los gobernadores del país a llevar su tarea con responsabilidad, “y asegurarse que los recursos públicos que con tanto sacrificio paga el pueblo de México y que van a la educación pública se destinen, precisamente, a educar y no a otros propósitos políticos o de grupo, por muy respetables que sean”. A las y los maestros comprometidos con la educación, los invitó a seguir adelante, toda vez que “esta es una tarea histórica para México, que si logramos llevarla a cabo con éxito, cambiará de raíz el destino de México como Nación”.

Hizo futurismo: “Nosotros los gobernantes terminamos nuestro encargo, como va a ser nuestro caso este año y no sabemos que podrá pasar después. Pero quienes se quedan son los padres de familia, y se quedan los maestros. “Y a los padres de familia les pido, los invito a que participen en la escuela de sus hijos, a que nos exijan a todos, que nos exijan a los gobernantes, que le exijan a los directores, a los maestros, a las maestras, que sus hijos reciban la educación de calidad que merecen”, añadió. En cuanto a la prueba Enlace, Calderón Hinojosa dio a conocer que se aplicará a 15 millones 700 mil alumnos de 130 mil planteles, y además de matemáticas y español, ahora se tomará en cuenta también la materia de ciencias. Expresó que como presidente de la República, ciudadano mexicano y como padre de familia, respalda absolutamente y con firmeza la realización de la Prueba Enlace porque estoy convencido que es uno de los principales elementos que estimulan el elevar la calidad educativa del país y nos permiten saber cómo vamos”.

Como en ningún otro momento la liga entre gobierno y sindicatos magisteriales se ha tensado. La relación específica entre el presidente Calderón y la dirigencia magisterial, encabezada por la líder Elba Esther Gordillo Morales ha pasado, de la alianza comprometida y el afecto y solidaridad, a la frialdad y el rompimiento, vuelto crítico en momentos electorales en que 3 de los 4 candidatos presidenciales han declarado el rompimiento y hasta las hostilidades con el SNTE. Ojalá que las disputas políticas, en efecto, resuelvan el grave atraso de la educación pública, este sí, el principal problema y la mejor solución para México.