Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
Los abogados perdieron el poder frente a varias generaciones de economistas. Hoy se trata de darle equilibrio porque solo es mediante la ley como habrá de lograrse gobernabilidad. La economía es un medio, no un fin.
Por eso resulta significativo, mas allá de la división de poderes que garantiza la Constitución, el encuentro entre el presidente electo, Enrique Peña Nieto, y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Juan Silva Meza.
En los dos últimos años de encuentros y desencuentros entre el Poder Judicial de la Federación y el presidente Felipe Calderón, hoy se abre la puerta para un nuevo diálogo, solo que quien lo promueve es el mandatario entrante. En la Corte, hay la queja de las intentonas de Calderón por imponer sus “sugerencias” para sustituir a dos nuevos ministros de la Corte. En ese escenario, el presidente electo Enrique Peña Nieto abrió la puerta a un nuevo diálogo.
Peña Nieto hizo una visita de cortesía a la sede alterna de la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde fue recibido por el presidente del máximo tribunal, Juan Silva Meza y, el mismo día que Calderón entregará el poder, pasan a retiro los ministros Guillermo Ortiz Mayagoitia y Sergio Salvador Aguirre Anguiano, con lo que se reduce el bloque más conservador en la Corte. El nombramiento de los nuevos ministros será la balanza que definirá si se impone el ala liberal o moderada, aquella con la que Calderón se confrontó.
Con Peña Nieto puede ser diferente, con una “sana relación constitucional entre los dos poderes federales y sus titulares”, tal como se lo planteó el ministro presidente Silva Meza. Lo cierto es que ambas partes dan muestra de disposición para que así sea. Peña Nieto y Silva Meza mandaron nuevas señales sobre el como puede cambiar el trato, que se da en un marco institucional que debe existir entre los Poderes de la Unión. El presidente Calderón, en el ocaso de su Presidencia, parece tener prisa, que según lo sabido, pues pretende presentar e imponer al Senado las propuestas para sustituir a los puestos por quedar vacantes.
El ministro Silva Meza planteó al presidente electo la urgencia de trabajar juntos para legislar en temas fundamentales como la Ley de Amparo, la de Reparaciones previstas en la reforma que se hizo al artículo 1 de la Constitución y el nuevo Código Federal de Procedimientos Penales. El tema no es confrontarse o imponer, se trata de construir y darle a los dos poderes su valor e individualidad en el concierto nacional, para beneficio de la Nación. El actuar de Peña Nieto, desde estos meses debe ser de conciliación para la futura reparación de daños. Calderón le deja una maltrecha relación con los togados que hacen justicia, por lo que su deber será restañir el trato y propiciar la agenda entre ambos para la construcción de un Estado justo, en ejercicio de las leyes modernas y aplicables, con pleno respeto a la gobernabilidad y autonomía de las entidades y la federación.
En los dos años que le restan como titular del Poder Judicial, Silva Meza coincidirá con la presidencia de Peña Nieto. Es oportunidad para ambos mostrarse, como hombres de Estado y ciudadanos de leyes.
Más que equilibrio de poderes, que la ley recupere su papel en la gobernabilidad.
QMex/am