Abanico
Los políticos en general y los funcionarios de gobierno, en particular, están impedidos para aceptar errores o equivocaciones. Los ejemplos sobran, pero destaca por ejemplo que los ex presidentes no admitan, con todas sus letras, las omisiones, yerros y dislates que cometieron, testimonio valiosísimo para sus sucesores.
El ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, cuya probidad ha sido cuestionada insistentemente, tardó en reaccionar y como siempre ocurre ante la pérdida del sentido común, se volvió a equivocar, lo admita o no.
El supuesto de que, al llegar a gobernador, todo político que se respete aspira a ser “estadista” se fue al traste con la conducta del ex gobernador tabasqueño, pues olvidó u omitió el principio de que primero esta cumplir la ley y luego cuidar “su imagen” pública.
Si todos quienes han sido amenazados de muerte en México (y por supuesto se incluyen los chantajes, secuestros reales o telefónicos, pago de derechos de piso, etcétera) Miami resultaría insuficiente para los, sin exagerar, millones de mexicanos que enfrentaron estas advertencias.
Para empezar, las centenas de ex gobernadores que fueron amenazados “de muerte” hubieran debido poner tierra y mar de por medio, como hizo Granier, quien antes de acudir a la autoridad judicial correspondiente buscó cobijo y protección en los medios de comunicación. O puede interpretarse, lo que sería contrasentido en un gobernador, que no confía en las instancias judiciales y de administración de justicia.
Muchas semanas trascurrieron hasta que el ex gobernador tabasqueño acusó recibo de lo que percibe solamente como que le ensuciaron su nombre, mediante la demostración de su inocencia.
Forma es fondo y a Granier le preocupó la forma, no el fondo. Por lo pronto acudió también tarde a la PGR en donde permaneció muchas horas.
Después de 24 horas de que se presentó a declarar en la SEIDO, el ex gobernador de Tabasco Andrés Granier permaneció, aparentemente dentro de las instalaciones de esa instancia de la PGR.
Al ex mandatario, cuya situación jurídica hasta ahora es incierta y que es señalado en el caso del quebranto millonario de su estado durante su administración, no se le vio salir, antes de 33 horas, de las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, sitio al que llegó desde el pasado miércoles a las 10 de la mañana. Ahí, Granier Melo fue sometido a una certificación médica y posteriormente tuvo acceso “a todo” el expediente integrado dentro de la Averiguación Previa UEIORPIFAM/AP/078/2013 iniciada por la PGR, ante la denuncia presentada por el gobierno de Tabasco, encabezado por Arturo Núñez, por un presunto quebranto en las arcas estatales por mil 900 millones de pesos durante su gestión.
Después de hacerlo ante la televisión, Granier negó imputaciones ante PGR, declaró ser inocente y rechazó haber cometido delitos durante su mandato.
“No instigué, ideé, realicé o encubrí acciones u omisiones que casualmente generaran un menoscabo del erario público del estado de Tabasco o enriquecimiento indebido de mi parte. No di lugar a tramas financieras o empresariales que fueran el medio para la realización de conductas perjudiciales del patrimonio público de esta entidad federativa”.
Pidió a la PGR tomarlo como presentado formalmente para comparecer en la averiguación previa que se sigue, tener formuladas las declaraciones hechas en orden de los derechos humanos a fin de demostrar su inocencia.
Acusó al gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, de emprender una campaña para desprestigiar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), e hizo críticas al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Hubiera sido mejor empezar por la autoridad y después por los medios, pero en el país de la impunidad, la ley puede esperar.
QMX/am