Vinculan a proceso a ex funcionarios del SAT por presunto fraude
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de octubre de 2016.- Las cifras oficiales sobre homicidios dolosos en México presentan inconsistencias, imprecisiones, omisiones, errores y modificaciones injustificadas, además, falta una metodología clara, única y pública para procesar los datos, concluyeron expertos de organizaciones de la sociedad civil, quienes advirtieron que esta situación “daña la credibilidad en el gobierno”.
Especialistas de diversas agrupaciones, entre ellas, Causa Común, México Unido Contra la Delincuencia, entre otras, han insistido en la importancia de informar sobre la incidencia delictiva, tras recordar que ésta es el sustento de las evaluaciones públicas que el gobierno realiza sobre su propia estrategia.
Coincidieron en que la falta de documentos metodológicos no sólo impide evaluar la calidad de los datos, también imposibilita precisar los conceptos a los que estos se refieren.
El Senado de la República, a través de un documento elaborado por el Instituto Belisario Domínguez, encontró que al contrastar las cifras de homicidios dolosos a nivel estatal que algunos estados reportan cifras notablemente diferentes.
“Esto sugiere que no cuentan una metodología común de reporte al Sistema Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Público”, precisa el texto.
Asimismo, el estudio halló también que los niveles más elevados desde 2008 es Inegi, con más de 20 mil defunciones por homicidio registradas en 2015; por su parte el SESNSP reportó para ese mismo año sólo 17 mil homicidios dolosos y poco más de 18 mil víctimas de homicidio doloso.
Es así, como el gobierno federal, a través de sus distintos órganos divide las muertes dolosas en: defunciones por homicidio; homicidios dolosos y víctimas de homicidio doloso: publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) a partir de averiguaciones previas o carpetas de investigación de las fiscalías y procuradurías estatales.
Otro rubro es homicidios por presunta rivalidad delincuencial: publicadas hasta el año 2011, recopiladas por la Procuraduría General de la República (PGR), en el periodo de 2006-2010.
Al respecto, el investigador Alejandro Hope criticó que al cierre de 2013, Veracruz reportó algo más de 48 mil averiguaciones previas, de las cuales 600 eran por el delito de homicidio doloso.
“En abril de 2014, cuando ya nadie ponía atención a los datos, el gobierno veracruzano aclaró que había revisado los números y que se habían registrado en realidad 72 mil averiguaciones previas y 899 homicidios dolosos. ¿Cómo es posible extraviar durante cuatro meses 24 mil expedientes?”, precisa.
Otro ejemplo es la Procuraduría del Estado de México en el número de averiguaciones previas por homicidio doloso disminuyó casi 10 por ciento en esa entidad federativa en 2013. Pero resulta que, de acuerdo con Inegi, el número de víctimas de homicidio en el Estado de México creció 13 por ciento el año pasado.
No hay, por tanto, más que dos alternativas: aumentaron a gran ritmo las masacres en territorio mexiquense, o las autoridades estatales escondieron varios centenares de averiguaciones previas ¿Qué explicación les gusta en Toluca?
Otros analistas, como José Merino y Víctor Gómez, han usado el mismo supuesto para intentar explicar las discrepancias entre las fuentes oficiales: “habrá más cuerpos que averiguaciones ahí donde la acumulación de cuerpos supere al sistema de justicia estatal”.
Pero sin documentos metodológicos no se puede confirmar el supuesto anterior, es sólo un intento por adivinar las causas de las diferencias, reconocieron los expertos.
Precisaron que una forma sencilla pero contundente de explicar el punto anterior consiste en contrastar por entidad federativa las defunciones por homicidio, los homicidios dolosos y las víctimas de homicidio doloso.
El contraste de estas cifras muestra que hay estados con aumentos drásticos de homicidios que reportan datos similares a ambas fuentes, como Baja California Sur y Guanajuato; mientras que otros como Hidalgo y el Estado de México reportan cifras que discrepan notablemente.
Esto implica que las entidades no siguen una metodología común de reporte al SESNSP. Por este motivo carece de sentido hacer comparaciones estatales (rankings) con las cifras del SESNSP (aunque sean oficiales), ya que afectan negativamente a los estados con buenas prácticas de registro (y se favorece a las entidades con prácticas irregulares).
Incluso las comparaciones en el tiempo dentro de un estado carecen de sentido mientas se desconozca la metodología usada (porque no hay certeza de que los homicidios bajaron o subieron).
De igual manera, otro ejemplo, es el gobierno de Veracruz donde se reportaron cifras similares en ambas fuentes para 2012 pero otras muy diferentes para 2014 y 2015: las cifras del SESNSP indican que los homicidios disminuyeron entre 2013 y 2014 pero los datos de INEGI muestran lo contrario.
Por lo tanto, concluyeron, no es prudente utilizar las cifras del SESNSP para la toma de decisiones y se recomienda requerir al SESNSP (órgano desconcentrado de SEGOB), la publicación de toda la documentación pertinente.