Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de julio de 2020. El proyecto literario compartido entre los sellos editoriales de Alfaguara y Literatura Random House, Mapa de las lenguas, se ha convertido en un proyecto panhispánico de referencia que, cada año, propone un itinerario singular por doce títulos comunes a veintiún países que comparten un idioma. Es una apuesta global por doce autores que, dada su calidad literaria y su recepción crítica, merecen traspasar el ámbito nacional y situarse en un mapa sin confines, únicamente delineado por el lenguaje.
En un comunicado, la casa editorial informó que el proyecto del Mapa de las lenguas, que desde sus comienzos hace cinco años ha publicado ya más de 124 títulos, no es otro que el de la invitación a la lectura y al descubrimiento, un recorrido por un mapa sin fronteras articulado en torno a un idioma común. La literatura, más que nunca, es una red de comunicación global y cada autor de este mapa, un pasaporte para poder seguir viajando.
Este año, en un mundo que está cerrando las fronteras, proponemos más que nunca un viaje a través de la mejor literatura. Un viaje circular que no impone un orden de lectura. Puede ser hacia el futuro y comenzar por Cadáver exquisito, la escalofriante distopía donde impera la producción industrial de carne humana que nos propone la autora argentina Agustina Bazterrica, que ha sido galardonada con el Premio Clarín y va a ser traducida a más de nueve idiomas.
O empezar por otro tipo de espacios bárbaros, como el apartado Pacífico colombiano, con la breve e intensa La perra, de Pilar Quintana, galardonada con el IV Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana, que indaga sobre la soledad y la maternidad con la misma belleza y brutalidad del paisaje que rodea a los personajes. O como la Lima clasista y racista de Madrugada, del autor peruano Gustavo Rodríguez, una historia atravesada por la música y la nostalgia donde la identidad y la orfandad son protagonistas.
Podemos continuar a través del paraje de desolación y muerte que el narcotráfico ha sembrado en México a través de la mirada única de dos de los autores más relevantes del panorama literario mexicano actual: Luis Jorge Boone con Toda la soledad del centro de la tierra y Eduardo Antonio Parra con Laberinto. El primero teje con extraordinaria sensibilidad una trama donde el desamparo, la orfandad de la infancia y el luto humano se interrogan por la proporción de alma que sobrevive a la crueldad humana. Laberinto aborda la desaparición de un pueblo del Norte de México a manos de las bandas del narcotráfico, con un thriller de tintes bélicos que da cuenta de la adolescencia truncada en manos de la violencia.
Los años invisibles, del boliviano Rodrigo Hasbún, al igual que Malaherbade Manuel Jabois, abordan también el tiempo silenciado de la infancia y la adolescencia, con una mirada bella y dolorosa hacia las heridas del pasado que arrastramos hasta la edad adulta.
En el trayecto también hay espacio para el amor, aunque turbulento, en Adiós a la revolución, del peruano Francisco Ángeles, una novela que enfrenta la acción revolucionaria y la teoría, a través de una historia de amor descarnada, colmada de vértigo, en el Chiapas donde se encuentra el Ejército Zapatista. La ilusión de los mamíferos, del poeta argentino Julián López, indaga en las complejidades y las sombras de las que está hecho el amor a través de la intimidad, la belleza del lenguaje y las emociones de una inaudita relación entre dos hombres. También el amor y el desapego, y otros espacios fronterizos de lo sano y lo insano, la emoción y la razón, la vida y la muerte, la verdad y la mentira, lo social y lo íntimo, planean sobre los relatos de Un corazón demasiado grande, de la autora vasca Eider Rodríguez, Premio Euskadi de Literatura, donde se retrata la cotidianidad de una clase media vasca llena de contradicciones.
La fragilidad de la mente humana, sus enfermedades, las obsesiones y las filias más extravagantes, así como las aspiraciones y frustraciones de unos personajes delirantes en el Uruguay de hoy se retratan con maestría en la divertida e irreverente Mil de fiebrede Juan Andrés Ferreira, un tour de force literario que ya ha sido calificado como la mejor novela uruguaya de la última década.