Escenario político
No más vericuetos Señor Presidente
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, debe ser cuidadoso en lo que dice, cómo lo dice, ante quién lo dice y por qué y para qué dice cosas de las que más tarde se desdice, porque puede correr la misma suerte que el ex mandatario panista, Vicente Fox, quien por no cuidar sus declaraciones tuvo una imagen negativa todo su sexenio.
López Obrador no debe abusar de la confianza de los mexicanos que confiaron en él como el mandatario que no solo sacará al país de la crisis política, económica y social en la que se encuentra, sino que en él se tienen depositada la esperanzas para arribar a un gobierno sin vicios que han caracterizado pasadas administraciones.
Ojo asesores y estrategas del próximo mandatario de la nación: el nuevo Presidente no puede ni debe andar hablando imprecisiones; o es claro o corre el peligro de empezar a perder la credibilidad de miles de mexicanos.
Tan solo en la semana que transcurre, ha expuesto dos inconsistencias que incomodaron, incluso, a miembros de su propio partido morenista.
Primero vino la acción valiente del político tabasqueño de meter las manos al fuego por una de sus más cercanas ex colaboradoras: Rosario Robles, a quien legisladores de Morena exigieron ante el Senado de la República y Cámara de Diputados, llamar a cuentas por el desvío de más de 700 millones de pesos.
Ahora sí que soltaron al tigre porque, ante el cúmulo de denuncias en contra de la ahora priista, titular primero de Sedesol y luego de Sedatu, dependencias de las que presuntamente desvío esas millonadas de pesos, López Obrador simplemente se militó a decir que a Robles la tratan como Chivo expiatorio y que las denuncias en su contra forman parte de un circo.
La segunda argumentación del fundador del Movimiento de Regeneración Nacional, que también dio la vuelta al mundo fue haberse deslindado de las promesas hechas durante su campaña política, mismas que dijo “si no se cumplen será porque recibiré un país en banca rota”, lo cual fue inmediatamente criticado en redes sociales y desmentido por Hacienda.
A menos de que usted consideren lo contrario, antes de meterse en mayores cuestionamientos, críticas y hasta descalificaciones, el ex jefe de gobierno del Distrito Federal, ex priista, ex perredista, hoy ganador de la mayoría de las posiciones políticas a nivel nacional, debe reconsiderar desprenderse de “vericuetos”, recursos que marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Los vericuetos ponen en peligro el trabajo de meses o hasta de años que se ven amenazados por cuestiones que no pueden ser modificadas de un día para otro. Lo peor es que se contradicen con lo más significativos, con cambios recientes que bloquen la toma de ciertas decisiones.