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CIUDAD DE MÉXICO, 6 de agosto (Quadratín México).- El Centro Histórico de la Ciudad de México recibe en promedio 2.5 millones de personas y antes del proceso de regeneración urbana no recibía a más de un millón en promedio al día, señaló el director del Fideicomiso del Centro Histórico, Inti Muñoz Santini.
“En solamente los 3.5 kilómetros cuadrados que tiene el Perímetro A del Centro Histórico tenemos una concentración de personas que en algunas horas puede llegar a superar cinco o seis veces la densidad poblacional de Bombay –que es una de las ciudades más pobladas del mundo—“, comentó.
De acuerdo con un estudio mundial de la red social Facebook, el Centro Histórico, principal del Continente Americano y Patrimonio Cultural de la Humanidad, es actualmente uno de los lugares más sociales del mundo, solamente comparable con algunos sitios como Times Square, en Nueva York, y Campos Elíseos, en París.
El funcionario dijo que el Centro Histórico se ha convertido en ese gran espacio público plural, diverso, de intensa actividad a todas horas, que ha hecho posible que el corazón de la ciudad vuelva a latir con fuerza”, aseguró.
Muñoz Santini explicó que a pesar de que en sus inicios el Primer Cuadro fue sede de una gran actividad, a partir de la segunda mitad del Siglo XX vivió una prolongada crisis urbana.
De 2005 a 2007 se realizó un estudio que arrojó que 95 por ciento de los habitantes de la Ciudad de México solamente entendían por Centro Histórico, cuatro o cinco lugares (la Alameda, el Zócalo, Palacio Nacional, el Palacio de Bellas Artes y la Catedral).
“90 por ciento de los habitantes de la Ciudad de México no ubicaban o no identificaban bien dónde quedaba, por ejemplo, la Plaza de Santo Domingo, la segunda plaza en importancia histórica en el primer Cuadro de la ciudad”, precisó.
En este sentido, aseguró que el proceso de rehabilitación ha significado un esfuerzo, no sólo por conservar el patrimonio, sino porque se vuelva a poblar; ambas labores tienen que ver con construir mejores condiciones de habitabilidad, seguridad, iluminación de calles y reconstrucción de plazas.
Dicho proceso que también ha significado el reencuentro de la población con su memoria y su pasado histórico, se ha desarrollado bajo dos líneas estratégicas. Por un lado, rescatar el espacio público como un espacio de encuentro, de construcción de ciudadanía; y por otro, el intento porque la cultura y la actividad vinculada al conocimiento sea parte de ese proceso de revitalización, puntualizó.
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