La nueva naturaleza del episcopado mexicano
La guerra declarada por Martí Batres Guadarrama y Jesús Ramírez en contra de Omar García Harfuch, y en favor de Clara Brugada, ha puesto las alertas rojas al interior de Morena. Si los resultados electorales no llegaran a favorecer al partido en la capital, los autores de este fracaso ya tienen nombre y apellido.
El audio que se dio a conocer la semana pasada donde Martí Batres asegura que no está desobedeciendo a la jefa pero que ya le pidió a su esposa Dani que se mueva para operar más agresivamente en favor de Clara Brugada y en contra de Omar García Harfuch porque la estrategia no está funcionando, ha demostrado la perversidad de estos dos personajes que sin importar las ventajas que le puedan dar a la oposición han buscado desestabilizar la interior de su partido, al que supuestamente le guardan lealtad y agradecimiento.
Martí Batres, viéndose acorralado luego de que dicho audio se dio a conocer, intentó echarle la culpa a la inteligencia artificial; sin embargo, las coincidencias y las señales son tantas que cabría hacerse la pregunta sobre el quién está asesorando a Martí y a Jesús porque lo único que han hecho es dejar evidencia del complot en contra de su partido, del aspirante Omar García Harfuch y de la mismísima Claudia Sheinbaum, quien por cierto Martí ha tratado de borrar de sus discursos.
Ahora más que nunca se comprender por qué se le vio a Martí Batres tan acompañado, en su informe de los 100 días de actividades, de Jesús Ramírez, su esposa Daniela Cordero, y por supuesto de sus fieles seguidores y periodistas amigos Hernán Gómez y Viridiana Ríos, como dicen por ahí, no diré nada pero habrá señales.
Lo que es digno de destacar es el nivel de desobediencia de Jesús Ramírez porque valiéndole su posición dentro del Gobierno Federal se ha pasado por el arco del triunfo los mensajes de su jefe directo en Palacio Nacional y se ha dedicado a operar, con Batres Guadarrama, en contra del candidato con mayor fuerza y aceptación para la Ciudad de México, Omar García Harfuch, y si vemos el complot con mayor visión maquiavélica es una estrategia directa en contra de Claudia Sheinbaum.
A unos días de que se den a conocer los resultados de las encuestas que decidirán al candidato para la capital del país por parte de Morena, Martí Batres ha dejado en claro quién es y para quién trabaja, dándole la espalda total a su exjefa, Claudia Sheinbaum. Por su parte, Jesús Ramírez también le ha mostrado que no pertenece al grupo cercano del presidente donde existen las lealtades, pero como sabemos en todas partes se cuecen habas.