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CIUDAD VALLES, SLP. 12 de agosto de 2020. — Accesible por una carretera con asfaltado regular, cruzando un enorme puente que se hizo en la administración municipal 2007-2009 y a menos de siete kilómetros desde la carretera federal 85 México-Laredo, El Detalle es ahora un ejido discreto, pero en los años 50 era un rancho donde se organizaban fiestas con estrellas de la época, teniendo como anfitrión al máximo comediante mexicano: Cantinflas.
Se refugió desde 1943
En 1943 Mario Moreno Reyes adquirió el predio gracias a la intervención de Enrique Marroquín Pámanes, quien era amigo del mimo desde la época de oro del Follies Bergere. El artista lo había visitado en su rancho en 1938, y le gustó mucho su finca; verdaderamente interesado le encomendó que le consiguiera una propiedad y “El güero” se dedicó por completo a buscar un terreno apropiado que cumpliera con las expectativas.
Halló entonces un precioso lugar de cien hectáreas de superficie con dos ríos colindantes a esos terrenos: El Tampaón y el Valles. Cantinflas adquirió el predio en 30 mil pesos, lo desmontó y construyó una enorme residencia compuesta por doce recámaras. Al finalizar los trabajos de edificación organizó una gran fiesta invitando a artistas y personajes destacados como Manolín, Schilinsky, y Jorge Negrete, además de industriales y banqueros.
En esa recepción bautizó su rancho con el nombre de El Detalle, en referencia al título de una de las películas que le dio renombre y fama cuando apenas iniciaba su carrera. El lugar era considerado un vergel, fue administrado por su hermano José Moreno, quien siempre se preocupó porque el rancho estuviera hermoso como ningún otro, al grado de convertirse en la envidia de artistas millonarios de la época, como Jorge Negrete.
El acceso se pavimentó para tener acceso durante todo el año, también se instaló un chalán para cruzar el río. La inversión de las propiedades en el ejido fue de 5 millones de pesos, cuando el tipo de cambio estaba a 9.50 pesos por dólar. Uno de los sitios de convivencia predilectos por Mario Moreno era la alberca olímpica, edificada con mosaicos de Talavera de la Reina, y un lujoso bar con pinturas de toreros realizadas por el pintor Ruano Llopis.
A la fecha, aún se observan los filtros que alguna vez funcionaron, el galerón que se utilizaba como bodega, el garaje, las caballerizas, y la planta de energía que la gente convirtió en una pequeña capilla. Más abajo está la noria, y siguiendo por el norte –casi en la orilla del río- se ubica la Casa chica, que por mucho tiempo conservó su estructura original hasta que el ciclón de 1955 destruyó parte de ella.
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