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href=»http://mexico.quadratin.com.mx/el-george-clooney-del-vaticano-en-la-portada-de-vanity-fair/pope-benedict-xvi-personal-secretary-monsignor-georg-gaenswein-smiles-as-he-arrives-on-the-popemobile-for-the-wednesday-general-audience-at-saint-peters-square-at-the-vatican-october-13-2010-reu/» rel=»attachment wp-att-77317″><img class="alignright size-medium wp-image-77317" alt="Pope Benedict XVI personal secretary Monsignor Georg Gaenswein smiles as he arrives on the Popemobile for the Wednesday general audience at Saint Peter's Square at the Vatican October 13, 2010.
REUTERS/Max Rossi (VATICAN – Tags: RELIGION SOCIETY)» src=»http://mexico.quadratin.com.mx/wp-content/uploads/2013/01/Georg-Gänswein-263×300.jpg» width=»263″ height=»300″ />ROMA, 15 de enero (Quadratín México).- La revista Vanity Fair dedica su portada al secretario personal del papa, el arzobispo alemán Georg Gänswein, bajo el título: “Padre Georg, ser guapo no es un pecado”. A sus 56 años, el secretario de Joseph Ratzinger desde 2003 –dos años antes de que se convirtiera en Benedicto XVI– aún despierta expectación por su agraciado aspecto físico.
En su versión italiana, la revista dejó en claro que Gänswein, identificado en los medios del país como “el bello Georg” no posó ni concedió ninguna entrevista.
“Ayer los tirabuzones largos y los Pink Floyd, hoy la fama de sacerdote severo, que recibe cartas de amor, pero es también la eminencia gris del Vaticano, sobre todo tras ser promovido a arzobispo titular de Urbisaglia y nuevo Prefecto de la Casa Pontificia”, escribe Vanity Fair sobre Gänswein.
La famosa revista resalta una frase del secretario de Benedicto XVI cuando recibió un premio y con la que resumió sus obligaciones: “Personalmente veo mi papel o servicio al Pontífice como un cristal. Más limpio está, más alcanza su objetivo. Tengo que dejar entrar el sol y cuanto menos se vea el cristal mejor. Y si no se ve nada, quiere decir que desarrolla bien su trabajo”.
Vanity Fair, que le llama el “George Clooney del Vaticano” , agrega: “Aparecerá siempre menos, pero siempre tendrá más poder” .
Gänswein, un alemán de la Selva Negra, fue además cocinero antes que fraile, y hasta que se ordenó sacerdote en la diócesis de Friburgo, en 1984, trabajó de cartero, de profesor de esquí, obtuvo una licencia de piloto e incluso dicen que tuvo novia.
De aquella época conserva su afición por el tenis, que practica regularmente en un club deportivo de Roma con camiseta negra y calzón corto, haciendo gala de un envidiable golpe de revés para disfrute de sus compañeras de club.
Al principio en la Congregación para la Doctrina de la Fe y luego junto a Benedicto XVI en el Vaticano, monseñor Gänswein ha puesto su preparación teológica, sus seis idiomas y su sonrisa perenne al servicio del papa.
El padre Georg ya ha colgado en su página web –llena de fotografías de su juventud y de su vida junto a Ratzinger—su nuevo escudo episcopal, en el que ha colocado un dragón como símbolo de la fidelidad y un lema que reza: “Dar testimonio de la verdad”.
En 1993 obtuvo la licenciatura en Derecho Canónico por la Universidad de Munich y tras ejercer como juez en el Tribunal Diocesano y como colaborador personal del arzobispo de Friburgo, se incorporó en 1995 a la Congregación para el culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
En 1996 fue transferido a la Congregación para la Doctrina de la Fe y en este dicasterio ejerció como secretario personal del prefecto, entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI.
Desde que en 2005, Benedicto XV fue elegido papa, Gänsewein desempeña el puesto de secretario personal del Pontífice.
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