Se declara inocente Luigi Mangione por muerte de CEO de UnitedHealthcare
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En los disturbios de esta semana, murió un adolescente de 14 años. Al Wefaq, el partido chií de la oposición comunicó que la víctima, murió en la clínica por las graves lesiones sufridas en el abdomen por los tiros de balines de la Policía, al oeste de la capital Manama. Esta muerte enreda el incipiente diálogo entre el Gobierno y la oposición. La oposición expuso “la violencia exagerada” que emplearon las fuerzas del régimen para diseminar las manifestaciones que también provocaron decenas de heridos, algunos de ellos graves.
Ello provocó que las manifestantes salgan nuevamente a la calle y se preparen para protestar durante los funerales por el joven el próximo domingo.
La huelga general logró el apoyo de muchos negocios y habitantes de todo el espectro político. Las calles de varias localidades fueron cerradas para evitar que la Policía irrumpa en ellas. Las protestas son la respuesta a los llamamientos de los grupos de la oposición para conmemorar el levantamiento que comenzó el 14 de febrero de 2011. Las autoridades de Bahréin hicieron un llamamiento para que la gente ignore las convocatorias de huelgas y los llamados de desobediencia civil. Los dos años de disturbios en Bahréin ha dejado al menos 80 muertos, según reporta la Federación Internacional de los Derechos Humanos.
En los centros comerciales de Manama la capital de Bahréin, los adherentes al gobierno, siguen tomando café y disfrutan el clima primaveral ignorando las tensiones políticas, y luego se dirigen a sus hogares en sus convertibles de brillantes colores y en sus vehículos utilitarios deportivos de último modelo. Ellos protestan contra quienes queman neumáticos e interrumpen el tráfico y no les dejan gozar plenamente de sus posibilidades económicas.
El régimen está necesitando una publicidad positiva, por lo que el rey Hamad bin Isa Al Khalifa convocó al diálogo, y los representantes de los grupos de oposición, los partidos pro-gubernamentales y la Asamblea Nacional asistieron a estas reuniones, por primera vez en 18 meses.
Pero, no todos los partidos de la oposición apoyan el diálogo. Hisham Al-Sabagh, portavoz del partido de la oposición, Sociedad de Acción Islámica (Amal), afirmó que el diálogo no tenía sentido mientras los líderes que ellos representan siguen en la cárcel. “El Gobierno tiene que entender que el diálogo no va a matar a la oposición. Esos líderes son parte de la solución, y encarcelarlos es ignorar lo que podría conducir a una solución definitiva de esta situación “, dijo Al-Sabbagh.
La situación está estancada.
La oposición critica continuamente a la dura represión a los manifestantes, la limitación de la libertad de expresión y la “falta de compromiso con el estado de derecho y la violación de los derechos humanos”.
Entre 1.500 a 1.600 presos políticos se encuentran actualmente en prisión, según el Centro de Bahréin para los Derechos Humanos. Pero las cifras exactas son imposibles de determinar, ya que la gente es arrestada y puesta en libertad de forma continua. Algunas personas simplemente desaparecen, y recién se sabe semanas después que se encuentran en una estación de policía. En enero, el tribunal confirmó las sentencias de 20 líderes de la oposición y defensores de derechos humanos. Al-Sabagh explicó que la oposición está dividida y la gente está cada vez más cansada. Algunos creen que los EE.UU., cuya Quinta Flota está alojada en Bahréin son la esperanza de que podría allanar el camino para una mejor situación, pero están convencidos que sólo está ayudando a los intereses del gobierno y de la familia real. “Nos damos cuenta de que hay una especie de paz en las calles, pero eso no significa que los problemas se resuelvan”, expresó el líder opositor.
El partido islamista Amal, es considerado uno de los partidos de oposición más extremista. El gobierno ha acusado en repetidas ocasiones, no sólo a Amal sino a toda la oposición de ser “liada a agendas extranjeras”.
La oposición ha rechazado las acusaciones de tener vínculos con los iraníes y niega que desee causar problemas entre chiítas y sunitas. Las autoridades de Bahréin dicen que han abierto investigaciones sobre la muerte de un policía y un manifestante durante los enfrentamientos generalizados para conmemorar el segundo aniversario de la sublevación contra el gobierno en el reino del Golfo esperando calmar de esta manera a los manifestantes y restaurar así la calma antes que esa muerte se convierta en el incentivo de una nueva primavera árabe que desestabilizaría totalmente el país.
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