Visión financiera/Georgina Howard
Ricardo Peralta Saucedo
Por: Ernesto Villanueva
Conocí a Ricardo Peralta (@Ricar_peralta) por ser un reconocido profesor de nuestra Facultad de Derecho de la UNAM. Sabía de su convicción por la causa de la anticorrupción y su pericia, además de jurídica, en los rubros de seguridad e inteligencia. Esas habilidades y convicciones las ha puesto en práctica a su paso por @AduanasMx y como titular de la Subsecretaría de Gobernación. Empero, eso le ha granjeado, como es natural, detractores. Coincido en que Ricardo es culpable de dejar al margen la simulación y la administración de los conflictos. Es también culpable de no ejercer un pragmatismo indoloro y de creer que es posible hacer diferencia en el sector público. Estas improntas se encuentran detrás de la campaña mediática que busca descarrilar a Ricardo de sus aportaciones a la vida pública del país, aprovechando que dio positivo al Covid19 y se encuentra en cuarentena. Como sucede cuando no hay datos duros, la campaña se encuentra alimentada de fakes news y posverdades. Lo que importa en esos ataques es la inquina para tratar de destrozar prestigios, ablandar convicciones y hacer pagar la osadía de aplicar la ley. Como ayuda de memoria ante este artero ataque conviene apuntar, a modo de ejemplos enunciativos, por qué el encono contra el actual subsecretario:
1.- De diciembre del 2018 a mayo del 2019, se desempeñó como titular de la @AduanasMx. En estos seis meses entregó cuentas sin precedentes y a costa de su la integridad física y de los suyos: a) Generó las bases con modelos de inteligencia y tecnología de punta para mejorar el control, vigilancia y la recaudación de las 49 aduanas para tener un control de lo que entraba y salía del país mediante sistemas de verificación rápidos, seguros y no intrusivos, reduciendo los tiempos de espera en un 80% con los consiguientes beneficios en recaudación y lucha contra la corrupción; b) Revolucionó la detección con innovación tecnológica, exámenes rigurosos e independientes de control de confianza para saber en menos de 4 segundos si una persona había ingerido cápsulas de cocaína o de alguna droga en perjuicio de la salud pública.; c) Se puso en operación el Centro de Procesamiento Electrónico de Datos (CPED) que existía formalmente, pero sin llevar a cabo labores de inteligencia como lo puso al día Ricardo con casi 300 agentes expertos; d) Como estrategia contra la corrupción se adoptaron mecanismos de seguridad nacional a aduanas que antes iban, en general, por vías separadas y alimentadas con fuentes distintas de información no compartidas, ello permitió aumentar en los primeros cuatro meses de su gestión el 35% de recaudación respecto del año anterior, la separación y vinculación a procesos sancionatorios a varios funcionarios de aduanas, la incautación en ese mismo periodo de mil 700 armas de fuego y una tonelada mensual en promedio de drogas que si hubiera llegado a Estados Unidos hubiera generado más de mil 500 millones de dólares; e) Fue histórico el decomiso que se llevó a cabo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México donde se aseguraron 45 toneladas de mercancía pirata, algo que nadie “había visto” anteriormente y g) Se generó un trabajo sin precedente en crear una agenda estratégica México-Estados Unidos para adoptar procesos y mecanismos bilaterales en materia aduanal.
2.- Como subsecretario de gobernación, Ricardo ha sido el operador ejecutivo de una suerte de teoría de conjuntos con gobiernos estatales, distintos actores políticos, sociales y económicos para preservar la gobernabilidad del país, cuyos resultados abarcarían una larga lista de las misiones cumplidas en esta labor que excedería con creces este espacio.
Por lo anterior es explicable que este hombre y sus aportes al país han afectado (están afectando) intereses que toleran la anticorrupción como discurso y acción esporádica, pero no permiten que haya una coincidencia entre el pensar, hacer y decir como lo está haciendo Ricardo Peralta para bien del interés público y cuyas prendas profesionales y éticas son un capital para el ejercicio de gobierno.