La nueva naturaleza del episcopado mexicano
En un momento crucial para la democracia en México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha dejado clara su firme postura en contra del proyecto de reforma al Poder Judicial de la Federación que está siendo impulsado por Morena.
Este intento de reforma no es más que un esfuerzo por debilitar a uno de los pilares fundamentales del Estado, subordinándolo a los intereses de un partido en lugar de permitir que siga siendo el baluarte de la constitucionalidad y legalidad en nuestro país.
El PRI, en su papel histórico como defensor de las instituciones, ha demostrado su unidad y determinación para enfrentar esta contrarreforma.
Lo hizo ya en la Cámara de Diputados, donde sus legisladores votaron en contra del dictamen que amenaza con socavar los cimientos de la justicia en México.
Ahora, el PRI en el Senado se prepara para continuar esta lucha, reafirmando su compromiso con la independencia del Poder Judicial y con la protección del estado de derecho.
Este compromiso no es solo una cuestión partidista; es una responsabilidad histórica que el PRI asume en defensa de la democracia y del equilibrio de poderes que ha costado tanto construir en México.
Al votar en contra de esta contrarreforma de justicia, el PRI está diciendo no a la sumisión de los jueces, magistrados y ministros a los designios de un grupo político y sí a la justicia imparcial, que debe estar al servicio de la sociedad y no de los intereses de una élite política.
El PRI también extiende su reconocimiento y apoyo a las y los estudiantes valerosos que han salido a las calles para hacerse escuchar, alzando la voz en defensa de la democracia y el estado de derecho.
Estos jóvenes representan el presente y futuro de México, y su participación activa en la vida pública es fundamental para la construcción de un país más justo y equitativo.
De igual manera, el PRI saluda y apoya a los trabajadores de los Poderes Judiciales, tanto federal como locales, que están en pie de lucha en favor de la democracia, la ley y la razón.
Estos servidores públicos son un pilar esencial para la administración de justicia en nuestro país, y su resistencia ante las presiones políticas es una muestra de su compromiso con los valores democráticos que todos debemos defender.
En estos tiempos de incertidumbre, el PRI reitera su compromiso con la defensa de las instituciones, con la protección de la independencia del Poder Judicial y con la lucha por un México donde la ley y la justicia prevalezcan por encima de los intereses partidistas.
La batalla está lejos de terminar, pero el PRI está unido, preparado y decidido a dar la pelea en todos los frentes para garantizar que México siga siendo un país donde la democracia y el estado de derecho sean los principios rectores de nuestra vida pública.