Visión financiera/Georgina Howard
Gokú logra alinear a los friki-políticos
Y como dicen los clásicos, a veces la ficción o lo que consideramos absurdo supera a la real politik.
Comenzó como un evento propio de los frikis, pero pronto la expectativa creada por la transmisión del Capítulo 130 de la saga del anime Dragon Ball Super -uno de los episodios finales de esta serie japonesa estrenada en 1989-, creció tanto en México que presidentes municipales de distintos puntos del país y de todos los colores partidistas han visto la oportunidad de oro para ganar simpatías políticas.
La expectativa generada por la transmisión de la legendaria batalla entre Gokú y Jiren se transformó de pronto en algo muy parecido a una gran ola mediática a la que muchos se han subido y muchos otros sin duda se subirán.
Cómo estarán las cosas que mientras se suman plazas públicas a la transmisión de este evento de uno de los animes más populares en Japón, en la Ciudad de México todos esperan que de un momento a otro Miguel Ángel Mancera se defina, pero no tanto para ir de senador pluri sino para autorizar que se instalen en el Zócalo pantallas gigantes para el evento esperado el 17 de marzo.
Es más, hasta la politóloga Melita Peláez (Mela para sus detractores) no daba crédito a las críticas de Alberto Witvrun @Tlacuacherias que le recetó a la alcaldesa de Pachuca, Hidalgo, Yolanda Tellería, pues sin chistar dispuso todo para que se usara la Plaza Independencia, para presenciar la batalla de Gokú, mientras la Bella Airosa sigue cubierta de baches.
A doña @yolitelleria se le resbalaron los cuestionamientos ante la oportunidad dorada de recibir agradecimientos de la comunidad que sigue esta serie clásica escrita por Akira Toriyama.
Mientras los partidos y candidatos se rasgan las vestiduras en esta etapa de intercampañas, para un sector importante de la población el capítulo 130 es sencillamente “el capítulo”, ya que es más esperado que un partido clásico o un debate entre candidatos, guardadas las proporciones, claro.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, los fans de Gokú enloquecieron cuando se esteraron que el alcalde Armando Cabada Alvídez, vía Twitter y en un comunicado oficial, anunció que el magno evento se realizará en la Plaza de la Mexicanidad.
Pero vea usted hasta donde llegamos. La alcaldía capitalina de San Luis Potosí anunció la transmisión del esperado capítulo 130 en la Plaza del Carmen y entre sus defensores destacó este tuit de @ClaudiaVargass: “Gente quejándose de que el gobierno de SLP hará un evento en la Plaza, con pantallas para transmitir Dragon Ball; pero lo que no entienden es que si Gokú no gana nuestro universo será destruido.” Y arroba a @AytoSLP @Turismo_SLP #DragonBallSuper130
Otro caso. Como para no quedarse atrás, los queretanos se dieron un respiro de tanta grilla y el alcalde Marcos Aguilar Vega @MarcosAguilar, que anda metido entre ir de senador y diputado federal se lució con el anuncio de que estarán disponibles el Jardín Guerrero y el Centro Cultural Felipe Carrillo Puerto, sin costo para la administración, dijo.
Los regios esperan que el gobernador encargado, Manuel González , diga que si y autorice el evento en la Macroplaza. Algo debe después de lo que no ha hecho Jaime Rodríguez El Bronco, ¿a poco no?
Apunte. Ya se sumó la alcaldía de Cuernavaca y los detractores de Cuauhtémoc Blanco dicen que la autorización fue uno de los pocos actos de gobierno de quien hoy va como caandidato a la gubernatura.
En Culiacán el evento se transmitirá en el Parque de las Riveras; en Colima en el Jardín Libertad; en Huixquilucan –el terruño de Alfredo del Mazo- también; en Cihuatlán, Jalisco y en la Delegación Coyoacán, próximamente alcaldía.
Días antes el equipo de futbol Mineros de Zacatecas pusieron a disposición las pantallas del estadio Carlos Vega Villalba para transmitir Dragon Ball antes del partido contra el Atlético de San Luis.
En Ciudad Madero, Plaza de los Gobernadores, están más que puestos.
Gokú tiene todos los reflectores, mientras tanto los candidatos ya quisieran unas rayotas de esta popularidad.
Columnómetro de Melita Peláez
1.- Candidatos con pobres argumentos, pobres candidatos. Dicen.
A estas alturas de la función lo lamentable es que parece que se agotan los argumentos políticos como recursos para el debate.
Y eso le toca a todos los actores de la actual competencia electoral.
Durante su registro como candidato presidencial en el INE, Ricardo Anaya emplazó a Andrés Manuel López Obrador a un debate antes de que inician formalmente las campañas. Hasta ahí todo bien –luego que el Tribunal Electoral puso en su lugar al INE. Lo que se vio muy mal fue que Anaya le picara la cresta al Peje con una frase desgastada: ¿a ver si tiene pantalones?
El Peje que días antes dijo a los banqueros que “quien suelte al tigre que lo amarre”, dejando todo a la libre interpretación, siguió en sus rounds de sombra sin despeinarse, dándole el beneficio de la duda a @EPN y publicitando fotos de “aquí humildemente echando novio”. Comentario aparte, “humilde camionetota, apá”. El que se enoja pierde.
En tanto #YoMero le tomó la palabra al Tribunal Electoral y planteó “debatamos”, pero no concretó más. La bandera anticorrupción con el caso de @AsíNo fue buena de arranque pero no pasa de ahí. “Que no sea rajón” y si tomó malas decisiones que las asuma, le dijo al panista, pero se quedó en frase.
2.- ¿Cuánto cuesta una pluri?
Las casualidades no existen en política. Ya se supo que los senadores panistas que “amarraron” una curul pluri para ir a San Lázaro, entre otros, Marcela Torres, Ernesto Ruffo, Jorge Luis Preciado, Laura Rojas y Adriana Dávila, estuvieron detrás de la censura contra el Presidente de Mesa Directiva del Senado de la República, Ernesto Cordero, en la sesión del martes pasado. El objetivo, desacreditar a quien no está de acuerdo con #AsíNo. Cuando pasen las elecciones, mejor ni imaginar lo que ocurrirá dentro del PAN.