Itinerario político
Nubarrones electorales sobre Morena
Tome nota. Los análisis sobre la competencia electoral de 2021 han comenzado a descontar el arrastre que tuvo Morena en los comicios de 2018, es más hay una fuerte expectativa de que en las votaciones del próximo año no gane todas las gubernaturas con las que soñaba y lo peor, que pierda la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.
El perfilado desplome de Morena en las urnas no será obra de la oposición partidista, definitivamente, pues sigue sin pintar como tal, no crece, más bien se achica del mapa geopolítico por indiferencia o por agotamiento.
Han sido factores externos los que han minado las preferencias de Morena, pero en mucho ha influido su desempeño a veces errático y la dependencia a una sola figura, la de #YaSabenQuién.
A Morena le ha ocurrido lo mismo que a los partidos que han subido al tabique del poder, se han mareado y pronto se les olvida lo que representan.
El interés de muchos de los dirigentes de Morena no es la 4T sino llegar a ser gobernadores, aunque nunca destacaron, y en el caso de los legisladores reelegirse cuantas veces puedan, se sienten iluminados por el pastor de Palacio y están convencidos de que llegaron para quedarse.
La dependencia de Morena a la figura presidencial puede ser su perdición.
Y si no ahí está la más reciente encuesta de El Financiero-Bloomberg que en abril documentó que a duras penas Morena tenía el 18 por ciento de las simpatías electorales, 15 puntos menos que en enero pasado cuando andaba por ahí del 33 por ciento y 28 puntos menos que durante los primeros meses del gobierno de López Obrador cuando llegó al 46 por ciento, insólito para un partido nuevo.
Y si se trata de echarle culpa a alguien, pues será a la pandemia, aunque dirán que vamos requetebién.
Pero el costo de la pérdida de un millón de empleos, el desplome del crecimiento económico (PIB) y el aumento en los niveles de pobreza, seguramente se cobrará en las urnas.
Por ahora la evaluación promedio semanal de Consulta Mitofsky, muestra como constante el declive en la aprobación presidencial: al 5 de junio la aprobación presidencial llegó al 48.9 por ciento, pero la desaprobación aumentó a 50.4 puntos. (El Economista 05-06-2020). El punto de referencia es el pico más alto de las preferencias, fue 67.1 por ciento en febrero de 2019, lo que quiere decir que la aceptación presidencial anda 18 puntos abajo.
Para los tiradores de Morena ese es su realidad.
Los maromeros
En San Lázaro creyeron aquello de que ya nadie los quita y los diputados han hecho cuanta maroma ha estado a su alcance para reelegirse, ya se sabe, atendiendo el llamado de la Patria.
A nadie extrañó la jugada de los senadores en la sesión del 20 de mayo, cuando en votación virtual -a distancia- aprobaron las modificaciones que habían avalado los diputados el 18 de marzo para hacer efectiva la reelección. En marzo el presidente declaró “ha sí, eso está mal, pero en eso no me meto”… y dejó pasar. Mientras que Ricardo Monreal también hizo como que se resistió pero luego se puso como aquel clásico, flojito y cooperando.
Lo malo de todo, dice René Delgado en (Reforma) es que el INE ya se ofreció para redactar una serie de lineamientos para los que quieren reelegirse, cuando los diputados no se tomaron la molestia de aprobar la reglamentación legal correspondiente.
Los gobernadores
Si revisamos las encuestas que hoy circulan por las redes, muchas de marcado interés propagandístico, nos daremos cuenta que los sueños de Morena son los de quedarse con al menos 13 de las 15 gubernaturas en juego. Ajá.
Es como reencontrarnos con el déjà vu del carro completo, de la aplanadora, pero ahora no es marca acme sino marca 4T.
Donde Morena tiene dudas es en Querétaro, Nuevo León, Sinaloa y Sonora.
Pero está historia apenas comienza a escribirse.
Aunque la oposición partidista es ligth, hay que considerar que la batalla electoral será territorial, es decir, que serán los gobernadores los que se jueguen la permanencia de su legado en el poder.
El sureste pinta bien López Obrador, pero no en los estados del Bajío, mientras en el norte el desencanto de Carlos Bonilla en Baja California reforzó la posición de los gobernadores por aquellas latitudes.
En plena pandemia destaca el frente común de los gobernadores de Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas que cuestionaron la imposición de un semáforo sanitario que intentó poner fin a la estrategia de sana distancia cuando el mapa del país seguía en rojo.
También fue relevante la decisión de Oaxaca de cerrar sus fronteras con Veracruz y extremar el confinamiento hasta el 15 de junio; además ninguno de los municipios considerados “esperanza” abrieron.
Curioso pero el estado fuera de control en la pandemia es Tabasco, tierra de #YaSabenQuién quien recibió una ola de críticas por su decisión de dar el banderazo a la construcción del Tren Maya en plena contingencia.
La politización de un tema policiaco en Jalisco adelantó los escenarios de confrontación que veremos en los próximos meses. Es la crisis que viene.
INE y reelección
En el INE las cosas pintan especialmente difíciles.
Además de las presiones que enfrenta en contra de su autonomía y de los recortes a su presupuesto, el INE tendrá que hacer la tarea que correspondía a los legisladores y elaborar los lineamientos que suplirán las reglas para la reelección de diputados y senadores que no ocurría desde hace un siglo.
Aunque lamentó que los diputados no cumplieron con su responsabilidad, Córdova se vio igualmente flojito y cooperando.
A un año exacto de los comicios de 2021, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello confirma que 95 millones de mexicanos seremos convocados a participar en las elecciones más grandes de todos los tiempos, pues se instalarán alrededor de 166 mil casillas en estas elecciones concurrentes.
El compromiso y obligación del INE es llevar a cabo las tareas que hacen posible la certeza, la equidad y la transparencia de los comicios.
El punto es que Morena está preparando la llegada de artillería para intentar neutralizar la autonomía de la institución. Y si pierde Morena, seguro van a querer la cabeza de Lorenzo Córdova.
Columnómetro de Aquiles Baeza.
1.- La ombudsperson Rosario Piedra Ibarra, propuso transformar la CNDH en la Procuraduría de los Pobres.
Tres observaciones tres.
Si tan sólo se dedicara a cumplir con las tareas y responsabilidades de la CNDH nos daríamos por bien servidos.
¿Y para qué existe entonces la Secretaría del Bienestar?
¿De cuál fumó?
2.- Muy sospechoso. La Procuraduría de los Pobres se creó en 1847 -hace 173 años- a instancias de Ponciano Arriaga y sus primeros procuradores renunciaron antes de que este organismo cumpliera un año. Algo vieron que no les gustó.
3.- Memelandia.
__La única curva que se ha aplanado y sigue abajo es la de la popularidad de López Gatell.