Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Aliancistas pierden el tiempo
Mientras las corcholatas de Morena se dan hasta con la cubeta, reparten codazos, pisotones y piquetes de ojo para ganar el favor de Palacio, en la alianza opositora se dan el lujo de perder el tiempo, todos quieren convertirse en el súper candidat@ que acabará con el mundo bizarro de la 4T, aunque no tengan posibilidades reales de ganar en las urnas.
Son dos mundos paralelos que convergen en un mismo espacio político.
Está visto que los votos más difíciles de conseguir son los de esa mitad de la población que razona su decisión en las urnas. Se trata de las clases medias desdeñadas, los aspiracionistas de la cultura del esfuerzo que piensan dos veces antes de cruzar la boleta.
Lo dramático es que los aspirantes a representar esa mitad del país creen que con solo invocarlos los tienen en la bolsa y ahí termina su compromiso.
En cambio, el voto populista de estos tiempos tiene su motor en el dinero de los programas sociales que se reparte con singular alegría en los segmentos de la población con altos niveles de marginación, aunque eso no los haga salir de la pobreza. El voto populista es moneda de cambio.
Las instrucciones para los gobernadores son mantener aceitados los programas sociales, en la lógica de que de eso depende ganar en las urnas.
En la alianza opositora sus protagonistas están de acuerdo en que el gobierno de coalición enderezaría el rumbo del país, lo malo es que no se ponen de acuerdo con lo elemental, la candidatura de unidad. Los partidos no son capaces de ceder espacios a la sociedad que dicen representar.
En la larga, muy larga lista de tiradores a la candidatura presidencial de la alianza opositora vemos de todo, como en botica.
Increíble el espectáculo casi cómico, mágico, musical que han dado Santiago Creel y Lily Téllez. ¿Pero qué necesidad?, diría el gran Juanga. En Palacio están felices de que se rasguen las crinolinas.
Los partidos juegan con sus propias canicas como si la mitad de la población que no va con la 4T les debiera algo, se olvidan qué están donde están porque no han cumplido con sus promesas.
Los tropiezos de la oposición le hacen el favor a la 4T.
Pero en Morena también se cuecen habas. Las elecciones en el Estado de México y Coahuila el próximo 4 de junio podrían resultar más de un dolor de cabeza.
Aún con la realineación del Partido Verde con Armando Guadiana, si pierde le van a echar la culpa a Ricardo Mejía.
Y en tierras mexiquenses la competencia se ha cerrado tanto que el resultado terminará resolviéndolo el máximo tribunal electoral.
Y para colmo, cada día crecen más las versiones de que quedarán solo dos corcholatas en el juego de palacio. Eso ocurrirá si Marcelo decide armar una alianza MC, PVEM y PT, tras renunciar a su partido, claro. Eso pronto se sabrá.
Lo dicho. En la alianza opositora todos quieren aunque no puedan ganar. ¿Por qué será tan difícil elegir un buen candidato?
En la cancha de enfrente el oficialismo de la 4T entró a una dimensión en la que tiene mucho más que perder.
Y los ciudadanos, los electores que no ven claro.
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Impresionante, sin duda, la movilización de ciudadanos para respaldar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que logró desbloquear el acceso principal a la sede del Poder Judicial, obstaculizado durante dos meses por grupos de choque.
Con las premisas de #NormaPiñaNoEstásSola #LaCorteNoSeToca y #LaLeySíEsLaLey, la marcha al Zócalo transcurrió sin acarreo, sin pago por evento y principalmente sin manifestaciones de odio.
Por eso destaca lo dicho por el ministro Alberto Pérez Dayán:
“El día que la Constitución cambie y diga otra cosa, haremos que se cumplan esas otras cosas, pero mientras no estén, haremos que se cumplan las que están, a costa de lo que sea”.
2.- Se hacen bolas
En el último tramo del proceso electoral de Coahuila, Mario Delgado se quedó chiflando en la loma.
Pues lo que hayan negociado los dirigentes del Verde sin consultar a sus candidatos, se les cayó.
Lenin Pérez, subió en redes un video en el que echa abajo las negociaciones a sus costillas: ¡No voy a declinar!, no vamos a aceptar las imposiciones del centro.
Días antes, Ricardo Mejía, el ex morenista hoy candidato del PT, también marcó su distancia y aunque le jalaron las orejas desde Palacio Nacional propuso, que mejor decline Guadiana.
Y el MC esperando a ver qué cacha.
3.- Ahí les hablan.
Omar Fayad no ha rectificado las filtraciones que dan por hecho que irá de embajador en Israel, como pago al ´dejar hacer dejar pasar´ en las elecciones hidalguenses.
Al político no le ha ido muy bien que digamos. Entró al estira y afloja para dirigir el PRI nacional y Alito lo bloqueó; levantó la mano como aspirante presidencial pero no lo tomaron en serio en la alianza opositora.
Hace tiempo dijo que su acercamiento con AMLO no pretendió buscar algún “premio”, y dijo a quien lo escuchó: “Ustedes saben que no es cierto”. La verdad es que quién sabe.