El Rincón del Chamán/Jesús Sánchez

El sexenio languidece, ¿y…?

El sexenio de la 4T languidece y por lo que se aprecia nos tocará un cierre
difícil.

Este 2024 es el año de las definiciones. muy competido y desigual en lo político, aunque especialmente complicado en lo económico.

En lo político la disyuntiva está muy clara, en las elecciones solo habrá de dos sopas, la continuidad o el cambio. Tome en cuenta que hoy los niveles de aceptación del presidente están en un bajísimo 55 por ciento.

¿Cómo nos fue en este sexenio? Más allá de percepciones personales, los datos en materia de inseguridad son terribles, pues las cifras han roto los registros de sexenios anteriores. Es más, la promesa de regresar a los militares a los cuarteles no solo no se cumplió, sino que la base estructural de este gobierno se militarizó a niveles nunca imaginados.

Y qué decir del sistema de salud mexicano que sigue años luz del modelo de Dinamarca, con todo y la farmaciotota, convertida en oda a la burocracia artrítica de todos los tiempos. Y así…

Pero en lo económico los expertos advierten que el dinamismo que se observa en la inversión pública en esta última parte del sexenio, tiene que ver más con las prisas para terminar las obras insignia que son caras y deficitarias.

Por si fuera poco, aunque la economía mexicana observó el año pasado una importante recuperación después de haber caído en el hoyo de casi el -9.0 por ciento en los tiempos de la pandemia, el promedio del PIB en el sexenio quedará muy por debajo de los sexenios etiquetados como neoliberales.

Tome nota: 4.07 con Salinas, 3.26 con Zedillo, 1.84 con Fox, 1.70 con Calderón, 2.41 con Peña. El gobierno de la 4T cerrará en alrededor de 1.0 por ciento el promedio del crecimiento del PIB en todo el sexenio, simplemente el segundo peor sexenio para este indicador en mucho tiempo.

Además, los especialistas anticipan una desaceleración económica por los altibajos esperados en el mercado de nuestros vecinos del norte. No olvidemos que en 2024 también habrá elecciones presidenciales en EU.

En cuanto a la inflación no espere milagros, los precios seguirán muy por arriba de la meta del Banco de México.

Datos lapidarios que circulan en redes sociales muestran que la inflación en estos últimos cinco años va en 27.5 por ciento, según el IMCO, mientras que un ejercicio del periódico Reforma la ubica en 29.39 por ciento. Dicho porcentaje es superior al 22.26 por ciento de Peña Nieto, al 24.80 de Calderón o el 26.07 por ciento de Fox en periodos similares.

Otros analistas aseguran que los inversionistas están tranquilos “por el manejo prudente del nivel de endeudamiento gubernamental sin generar una crisis fiscal”. Ajá. Una estrategia muy electorera es no tocar los impuestos.

En el corto plazo no existe si por asomo una reforma fiscal que para muchos es urgente. En cambio, se juega con dinamita pura con la expectativa de una reforma al sistema de pensiones. Aunque los términos de esa reforma se conocerán hasta el 5 de febrero, el hecho es que, si están pensando en pulverizar el
sistema de las afores, que son los ahorros de millones de mexicanos, la cosa se va a poner lo que sigue de fea.

Ah, olvídese de que el precio de la gasolina baje a 10 pesos por litro.