Abanico/Ivette Estrada
La simulación, como el salitre
En política la simulación es como el salitre, lo impregna y contamina todo. En el contexto de esta triste realidad política nuestra de todos los días, no espere que en la etapa de intercampañas, que es algo así como una pausa en el proselitismo directo de l@s candidat@s, le bajarán unas rayitas a la propaganda, sobre todo la oficialista.
No se hagan ilusiones.
Desde el punto de vista de la dialéctica, lo que es, es y lo que no, también. Por eso, aunque la regulación electoral es muy precisa y establece límites a la actuación pública de partidos y candidatos -del 19 de enero al 29 de febrero-, en palacio está en marcha una especie de campaña paralela presidencial llevando al debate de todos los días un eventual paquete de reformas constitucionales que se supone es el colofón de este sexenio.
Se trata de un paquete de reformas mucho muy controvertidas, diseñadas para dinamitar la autonomía no solo de los órganos de la transparencia, la equidad electoral y los que regulan las telecomunicaciones y la energía, con dedicatoria especial va contra el Poder Judicial de la Federación.
Aunque la cereza de este explosivo coctel es sin duda la reforma al sistema de pensiones, que en el fondo tiene más un efecto de propaganda electorera que una solución real al rezagado tema de las pensiones en México.
Todas y cada una de las propuestas palaciegas han sido ondeadas como banderas propias en la campaña presidencial oficialista y es de suponer que de no pasar en la actual Legislatura, se convertirán en estafeta para el sexenio que viene, siempre y cuando ganen las elecciones, y si no, pues no.
Como puede apreciarse, no es necesario que la candidata oficialista mueva un dedo, no hace falta, porque todo lo que se dice y se diga en las mañaneras en estos temas y en estas semanas, forma parte de la estrategia de campaña de la continuidad en la 4T.
Aunque a #YaSabenQuién le molesta que le digan que se mete indebidamente en las elecciones, en más de una ocasión se ha documentado que promueve el voto de sus seguidores para lograr una mayoría en el Congreso, que hoy no tiene, en el próximo sexenio.
En conjunto, podemos decir que estamos frente a una campaña paralela simulada o se le parece mucho.
Si bien en el ala oficialista las precampañas fueron una parte de la sucesión adelantada que lleva poco más de tres años, conocida como etapa Parchis por aquello de las corcholatas, no pueden decir que les fue del todo bien porque se cerró mucho la brecha entre las candidatas totalmente palacio y la del frente opositor.
Esto supone que la campaña alterna desde palacio será mucho más agresiva y ni que decir de la última fase de estas elecciones.
Ahora que bajo las actuales circunstancias en las que se desenvuelven los liderazgos del INE y del máximo tribunal electoral, al frente opositor, sus actores y candidatos no les queda otra que moverse con más cautela para evitar que los sancionen hasta por toser.
Estamos atrapados en la simulación política, admitió hace un tiempo Emilio Rabasa Gamboa. Lo peor es que la simulación alimenta la posverdad, fenómeno que se nutre de mentiras y suele ser catastrófica
para cualquier democracia.
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- El periodismo incómodo.
Nada más alejado de la realidad decir que este gobierno es víctima de una despiadada campaña de los medios de comunicación.
Para confirmarlo solo hay que revisar cómo la mayoría de los periódicos, revistas, programas noticiosos de televisión y radio, publican al gusto de su cliente favorito.
Son pocos y contados los periodistas y espacios informativos que pueden presumir de críticos y autónomos, sin apartarse de su tarea primordial que es la de informar.
Esto no cambia en nada la realidad de que México es uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, tanto que en este sexenio han muerto 43 periodistas: Aunque el Presidente se
apresura a aclarar que “ninguno por el Estado”.
La relación con los periodistas y medios críticos se ha caracterizado por la intolerancia contra el periodismo sin adjetivos.
Por eso la salida de Azucena Uresti @azucenau del Grupo Milenio, dejó sembrada la sospecha de que hubo mano negra. Aunque Milenio intentó atemperar su salida con un comunicado y el Presidente se
apresuró a decir que no pidió su salida, quedó claro que Azucena salió por defender la voz de los que no la tienen.
Si pudieran, hace rato que Ciro Gómez Leyva no tendría micrófono ni programa radiofónico. Lo real es que la crisis del gobierno ante los medios y periodistas críticos es más profunda de lo que se cree.
Carlos Ramos Padilla @cramospadilla, conductor del Programa de mesas de debate “Va en serio”, salió de la televisión mexiquense después de 17 años de intenso trabajo, “por órdenes de arriba”, le
dijeron.
Aún sale humo del escándalo por la desaparición de la Agencia Notimex, lo peor fue la revelación de su exdirectora Sanjuana Martínez de que la Secretaría del Trabajo le pidió un moche de 20 por ciento de
la liquidación para apoyar la campaña de #EsClaudia. ¡Zas!
A otros muchos periodistas los traen entre ojos por no alinearse. Pero ojo, casos como el de Jorge Volpi @jvolpi es harina de otro costal. Se desgañitó gritando que el rayito de esperanza, por el que
votó, lo decepcionó, pero ahora busca la reivindicación con la corcholata favorita. ¿Cómo era eso de que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error?
Cada sexenio muchos medios de comunicación y periodistas hacen fila para recibir financiamiento público en forma de publicidad, lo malo es cuando por ello comprometen su línea editorial.
2.- El registro de Manlio Fabio Beltrones como candidato al Senado es muy significativo, pues además de ser uno de los políticos más influyentes de todos los tiempos, es quien mejor conoce los vericuetos
del “gobierno dividido” o “gobierno de coalición”.