La nueva naturaleza del episcopado mexicano
¿Y la prudencia y sensatez, apá?
Por: Jesús Sánchez
Parece que no volveríamos a encontrarnos con frases como “pero qué necesidad”. Tampoco esperábamos que se pusieran nuevamente de moda las recetas de la botica para calmar la ansiedad como el Serena-té y los aceites y bálsamos para corregir el rápido desgaste.
Y vea usted, que hasta las benditas redes sociales se han visto envueltas en esa suerte de conjura posmoderna que intenta destruir un proyecto, con el meme nuestro de todos los días.
Hemos leído y escuchado infinidad de comentarios de los principales líderes de opinión de este país -algunos que traen puesta la camiseta de #LlámenmeFifí”-, en los que se reconoce que México vive sin dudas un importante etapa en la transición política, pero las actitudes, desplantes y decisiones de ya saben quiénes, mucho antes de que asuman las responsabilidades del quehacer público, hacen necesario recordarles que existe la prudencia y la sensatez.
El problema es que en lugar de admitir las observaciones, asumen actitudes a la defensiva como si estuvieran viendo “moros con tranchetes”, y eso se sintetiza en lo que siempre se ha criticado, si no están conmigo estás en mi contra, que no es otra cosa que la teoría de la conspiración.
Y no vayamos muy lejos. Podemos enunciar al menos una docena de estampas en las que los promotores del cambio verdadero no han salido muy bien librados. Para muestra algunos botones.
1.- HOOOOOLA! La boda kitsch del año, para 600 invitados VIP está en boca de todos.
Y nunca se olvidará en buena parte por la combinación de lo exquisito y sofisticado de las 500 colas de langosta –ahí nomás- y para bajarlas, pues la sonidera música de la banda de los Ángeles Azules, Có-mo-te-voy-a-olvi-dar, có-mo-te-voy-a-olvi-dar y desde Iztapalapa para el mundo ¡suelta, el listón de tu pelo!
Pero este evento será inolvidable porque va en contra de los principios básicos de la austeridad republicana. Lo peor han sido las justificaciones, insostenibles incluso para los llamados “pejechairos”.
La puntilla de esta historia fue la publicación de la nota profusamente ilustrada, portada de la revista Hola. El gatopardismo en toda su expresión.
Esto se puso tan intenso que las redes sociales mostraron su vocación de cronistas rosas. ¿Y la Constitución moral, apá?
2.- La H intermedia.
Pues ahora sabemos que el CONACYT tendrá cambios comenzando por sus siglas, pues a partir del 1 de diciembre se le reconocerá como el CONAHCYT. Bueno la H intermedia es para referirnos al institución como Consejo Nacional de las Humanidades, Ciencias y Tecnologías. ¿A verdad?
Este es el colofón de la polémica en que se metió María Elena Álvarez-Buylla Roces, después de que se conoció una carta en la que todos entendimos que estaba ordenándole al actual director del todavía Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza, que suspendiera las convocatorias para no moverle al presupuesto. Ajá.
El numerito se destapó y lo peor es que se supo que el grupo de transición de Morena exigió una investigación para encontrar al topo que filtró la carta.
Muy institucional, Conacyt respondió que ha mostrado disposición para que la transición sea transparente y ordenada, pero lo que no puede hacer es faltar a las reglas vigentes y por tanto no suspenderá ni cancelará las convocatorias de los becarios porque afectaría a terceros. ¡Tómenla! Dirían los clásicos.
Claro, lo que ocurra después del 1 de diciembre será otra cosa. Y la expectativa de los becarios es la incertidumbre.
3.- Y cuando despertamos, medio siglo después, el dinosaurio seguía moviendo la cola. ¿Qué no?
Lo que si notamos es que Porfirio Muñoz Ledo no acudió a la ceremonia en el Zócalo capitalino en la que se izó la bandera monumental a media asta para conmemorar los acontecimientos del 2 de octubre de 1968.
Lo bueno es que los periodistas tienen memoria que nos recuerdan aquel memorable discurso de Muñoz Ledo en el que justificó la intervención del gobierno en Tlatelolco.
Carlos Ramírez escribió:
“En 1969, como una de las estrellas nacientes en el horizonte del PRI y jilguero político de Díaz Ordaz y Luis Echeverría, Muñoz Ledo dijo que la represión en Tlatelolco fue un acto de “madurez revolucionaria” del Estado y una decisión política para imponer la “supremacía del poder político”. Desde dos tribunas, Muñoz Ledo exaltó hasta las lágrimas a Díaz Ordaz por su informe de 1969 en el que asumió la responsabilidad de las decisiones de poder de 1968.”
Medio siglo después Muñoz Ledo le impondrá la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador.
4.- Lo de Sergio Mayer quedaría en el anecdotario si no tuviera serias repercusiones en la vida cultural de México.
Desde luego que no queremos a Sócrates como presidente de la Comisión de Cultura, pero qué no tiene Morena una buena veta de intelectuales, historiadores, artistas para esa tarea. Es pregunta.
5.- Guerra de vanidades.
Nunca se había visto un desgaste tan acelerado en la nueva burbuja del poder. Y eso que todavía no lo asumen oficialmente.
6.- Y en notas del NAIM, la empresa Mitofsky publicó los resultados de su tercera encuesta en la que Texcoco va arriba 2 a 1 sobre la opción de Santa Lucía.
7.- Y no es un tema menor que se suspendieran los foros sobre inseguridad que organizó Alfonso Durazo. La propuesta de fondo no está cuajando.
8.- Chéquense el comentario de Manelich Castilla Craviotto del 5 de octubre en su cuenta de Facebook y saquen sus propias conclusiones.