El Rincón del Chamán/Jesús Sánchez

Un serio problema de los partidos en los últimos tiempos ha sido que no han cultivado nuevos cuadros identificados con sus plataformas y principios, y por ello, en muchos casos, son las relaciones familiares o padrinazgos los que siguen dando espacios a candidatos y dirigentes.

Por eso, los que no tienen linaje o padrinazgo político o económico, pues mejor que se pongan a jalar changos de la cola, como bien dice Melita Peláez (Mela para sus detractores).

Los mejores ejemplos de que la dinastía y el linaje sigue pesando en las direcciones de los partidos los tenemos al alcance de la mano. En las elecciones por la gubernatura mexiquense, Alfredo del Mazo Maza, hijo del ex gobernador Alfredo del Mazo González y sobrino de ya saben quién, se juega la permanencia de la dinastía del chorizo power en el Estado de México. Y por lo que se ve no la tendrá fácil.

En otro extremo de estos ejemplos está la dirigencia del Partido Regeneración Nacional, mejor conocido como Morena, donde los hijos de su principal dirigente son los encargados del control partidista, tanto que para nadie es misterio las diferencias entre Martí Batres y el hijo pródigo, Andrés López Beltrán, quien se desempeña ya como el poder partidista detrás del trono.

El peso del apellido

Mientras son peras o son manzanas y transcurren las campañas de este año, para las elecciones de 2018 son los vástagos de los ex gobernadores los que encabezan las listas, aunque usted no lo crea.

Los expertos en puntos de vista de El Rincón del Chamán identificaron estos perfiles en al menos cuatro de las 9 entidades donde habrá relevo de gobernador. Todo enfocado a mantener el poder en la tradición del apellido.

En Chiapas, Yucatán, Veracruz y Tabasco existen fuertes expectativas de que políticos con vínculos familiares a los ex gobernadores busquen participar en la contienda.

Hasta ahora en Guanajuato, Puebla, Jalisco, Morelos y la CDMX no se ve la relación familiar directa entre los tiradores pero si la mano de los padrinos. Por ejemplo en Guanajuato no hay que descartar que la puja interna panista para la sucesión será entre Miguel Márquez Márquez, pero también meterán la mano Juan Manuel Oliva y Carlos Romero Hicks.

En el caso de los vástagos de los ex góbers, todavía no son candidatos, pero ya se mueven. Veamos de quienes se trata.

La dinastía recalentada

En Yucatán, Felipe Cervera Hernández, presume los apellidos de su padre Víctor Cervera Pacheco, aunque asegura que no le dan ninguna ventaja. Cuando en un programa “Desde el Balcón” le preguntaron si quería ser candidato respondió: “No, no, no, candidato no, quiero ser gobernador. Hay muchos que quieren ser candidatos y no ganan”.

En otro contexto, en algunos medios comenzó a mencionarse la posibilidad de que Pablo Gamboa Miner, hijo del influyente Emilio Gamboa, pudiera entrar en la competencia yucateca, pero ha preferido mantenerse cauto y responde que una cosa es querer y otra poder, por eso hay que darle tiempo al tiempo.

En Chiapas las cosas pintan para un mano a mano entre linajes. Del lado priista ya levantó la mano Roberto Armando Albores Gleason hijo de Roberto Albores Guillén.

Pero también está en la competencia Zoé Robledo Aburto (por Morena), hijo del ex góber Eduardo Robledo Rincón. Estos personajes tienen puntos en común sobre todo en tiempo y circunstancias.

Robledo Rincón ganó las elecciones en 1994 pero su gestión duró escasos 70 días pues coincidió con el alzamiento del EZLN en Chiapas. Entró en un periodo intermedio Julio César Ruiz Ferro a quien tocó el trágico caso de Acteal que lo llevó a dejar el gobierno. Entró como sustituto Albores Guillén quien terminó el periodo en el año 2000, pero poco después fue expulsado del PRI por darle su apoyo a Juan Sabines. Vaya enredo. Los hijos pronto se verán las caras en las campañas.

Por lo que toca a Veracruz, la candidatura a la gubernatura va en partida doble en su liga familiar con el gobernador en turno Miguel Ángel Yunes Linares.

Se sabe que Miguel Ángel estaría buscando colocar a Fernando Yunes Márquez o a Miguel Yunes Márquez, pues ambos tienen un factor especial que los une, son sus hijos.

Mientras se decide quien va y dónde, lo más seguro es que en 2018 se repitan las fórmulas de la competencia de 2016, es decir que por el PRI puede competir nuevamente Héctor Yunes Landa y en caso de que no podría ir José Yunes Zorrilla. Por Morena también se subiría a la competencia Cuitláhuac García. El punto es que el apellido Yunes seguirá por un buen tiempo.

En Tabasco el hervidero de los suspirantes está a todo lo que da. Y aunque los ilustres apellidos Mayans, Neme, Cantón, Canabal y López, andan en el mundillo de la grilla tabasqueña, los tiradores ya se están definiendo.

De entrada sigue apuntada Georgina Trujillo, a saber hija del ex gobernador Mario Trujillo García (1971-1976) quien sustituyó a Agapito Domínguez Canabal quien falleció durante la campaña en aquel entonces.

Por ahora no ha dicho abiertamente que competirá pero hay quienes ven como seguro candidato a Benito Neme Sastré, actual director de Capufe e hijo de Salvador Neme Castillo. Hace un año Neme Sastré le declaró al periodista José Chablé que su interés está enfocado en Capufe y no en ser candidato a la gubernatura de Tabasco.

El propio Chablé ha señalado que hay un grupo interesado en subir al ring a Neme para tratar de reventarlo hacia 2018; el temor es que Neme guarde resabios por la defenestración que hicieron de su padre Neme Castillo. Ya se verá, pero Neme Sastré encabeza las preferencias, seguido de la priista Ady García, según los diarios locales.

Pero eso no es todo, confirmamos que no ha pasado de noche el activismo de Federico Madrazo Rojas, mejor conocido como Pico, quien es el actual dirigente del PVEM y líder del Congreso, pero sobre todo es hijo del ex gobernador Roberto Madrazo Pintado.

El joven Pico, hijo de tigre pintito, está por definir su participación en la competencia de 2018, pero lo haría por el Partido Verde -que ya desplazó al Partido Acción Nacional- y que se perfila como fuerte opción en el edén tabasqueño. El PRD le ha quedado a deber a Arturo Núñez.

De colofón. En el caso de la Ciudad de México, un ex gobernador, Ricardo Monreal de Zacatecas, busca la alternativa aunque tampoco la tiene fácil porque tiene fuerte competencia interna. Y las iniciales son CS.