México se la juega en 2025
Pocas mujeres hay en la política mexicana que hayan tenido tanta relevancia. Ni Griselda Álvarez, ni Luisa María Leal Duk, o Amalia Caballero de Castillo Ledón, ni Silvia Pinal, ni siquiera Beatriz Paredes Rangel o Irma Cué de Duarte o Beatriz Pagés Rebollar o Doña María Esther Zuno de Echeverría. Ninguna, según mi leal saber y entender ha tenido tanta influencia en la res política o como diría Hegel en la Real Politik. Así, que, por lo pronto, que le anoten un punto de mi parte. Es la mujer más política que ha habido en el México contemporáneo, del siglo XX y XXI.
Está en la cárcel, curiosamente, porque cometió un gran error político o porque cometieron un gran error político con ella. El tiempo, ese implacable cordero de dios que borra todos los pecados del mundo, lo dirá. Ojo: No afirmo que es una presa política, ni que sólo es una política presa. Pero tampoco lo niego. Eso el juez lo dirá a su tiempo. O la tremenda Corte de Tres Patines y Florence Cassez. No puedo asegurar tampoco que se halle privada de su libertad por haber cometido delitos, ¡de malos manejos de dinero! Hágame usted el “#$%&* favor.
No la están acusando de homicidio o de secuestro o de violación de españoles, o de la desaparición de 27,000 que dijo Lía Limón o de 60,000 muertos que le achacan a la narco locura, o de ser socia del Chapo Guzmán, no, no, no, no, la acusa el gobierno de que no invirtió adecuadamente los recursos del sindicato.
Es decir, que compró casas y cosas con dinero del sindicato, para ella, en su calidad de lideresa indiscutible del gremio magisterial tan respetable. O para ella en lo personal, porque querrían, los honorables e impolutos que la estigmatizan y le aplican la quebradora, que siguiera viviendo en la casita de Nezahualcóyotl donde empezó su carrera de maestra de aula y anduviera en su vochito después de una exitosa y fulgurante carrera legislativa, ejecutiva y sindical.
No somos tan lerdos para declararla culpable antes de un Juez. Todavía hay una Constitución y leyes que dicen que todos somos inocentes hasta que no haya una sentencia definitiva que cause ejecutoria y mal hace el gobernante al aplicarle el escarnio y la denigración. Cuidadoso ha sido el Procurador y muy bien hicieron los senadores Emilio Gamboa, Ernesto Cordero y Miguel Barbosa en darle un abrazo solidario a su hija la Senadora.
Por si es necesario aclararle al lector perspicaz o a la leyente suspicaz, jamás, lo juro por Bazbaz, nunca, bajo ninguna circunstancia, directa o indirecta, he recibido ni un quinto de la Maestra Elba Esther Gordillo Morales, la chiapaneca, hoy sujeta a ominoso proceso, aunque hace mucho años el SNTE apoyó a un congreso de Medio Ambiente con un boleto de avión para un maestro de fuera. Eso es lo más cerca que he estado de su domos beneficiales.
Ni siquiera podría decir que seamos amigos, jamás fui a su casa, ni ella a la mía, ni hemos comido, desayunado o cenado nunca juntos. Pero me cae bien, por inteligente, por luchona, por tenaz y por defender socialmente a un gremio de trabajadores tan querido como es el de los maestros.
El neoliberalismo odia a los sindicatos. Yo no, apoyo a la CROC, abiertamente, a la COR, a la CNC y a todos lo que dan la lucha social incluso al PRD, a Morena, al PRI o a Antorcha Campesina y desde luego a las ONGs ambientalistas auténticas y nacionales. Y por ello me duele cuando meten a la cárcel a uno de sus líderes y si es mujer más. Todavía me duele que haya estado en la cárcel Flores Magón. Ni modo, con la vara que midas, serás medido.