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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de octubre de 2020. — Especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), realizaron la verificación técnica y de confiabilidad de tres modelos de Urnas Electrónicas del Instituto Nacional Electoral (INE) y de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE), con las cuales se pretende impulsar y garantizar la efectividad del voto en el país.
Según un comunicado de la Casa de Estudios emitido este domingo, los dispositivos ya fueron puestos a prueba en los pasados comicios de Coahuila e Hidalgo, pero se tratará de robustecerlos en el procesamiento de datos.
El coordinador académico de la Maestría en Ingeniería en Seguridad y Tecnologías de la Información, de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Culhuacán, Antonio Castañeda Solís, informó que de acuerdo con los resultados de la verificación técnica, su equipo de trabajo y funcionarios del INE, acordaron que se robustecerán los mecanismos de procesamiento de datos en las urnas electrónicas, para mantener la información íntegra, confiable y disponible en el momento que lo requiera la autoridad electoral.
Explicó que la verificación técnica de las urnas electrónicas consistió en la identificación, configuración y validación de diversos escenarios, para garantizar la efectividad del voto electrónico.
“Se efectuó la evaluación de sistemas operativos, bases de datos, puertos de entrada y salida, sistema de almacenamiento y los parámetros de usuarios, privilegios y roles, así como pruebas funcionales para cada tipo de urna, consistentes en la comprobación de su comportamiento bajo un conjunto de casos de prueba y la posterior comparación de los resultados (pruebas de caja negra)”, dijo.
Indicó que los expertos del IPN efectuaron una valoración de la integridad de los datos propios del proceso de votación, lo cual se llevó a cabo mediante diversas pruebas de análisis de la información de entrada y salida de las urnas electrónicas.
Mencionó que se llevó a cabo el reconocimiento de vulnerabilidades de los programas instalados en el sistema operativo y la validación de comportamiento de las urnas ante intentos de intrusión utilizando hardware externo.
Castañeda Solís reiteró que en general se validaron todos los elementos en materia de seguridad informática y se identificaron las áreas de oportunidad de cada una de las urnas electrónicas.
“El diseño e implementación de una urna electrónica es un reto complejo, toda vez que se requiere llevar esta tecnología a un grado óptimo, para obtener los resultados esperados. El Politécnico es una institución comprometida con México, que desde su origen, ha contribuido con conocimiento científico y tecnológico, a resolver los retos que enfrentamos como país”, expresó.