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CIUDAD DE MÉXICO, El secretario de la Comisión de Desarrollo Municipal de la Cámara de Diputados, José Santiago López, presentó una iniciativa para reformar el segundo párrafo del artículo sexto de la Ley General de Educación a fin de eliminar de la legislación vigente cualquier laguna que dé pie a la continuidad del pago de cuotas escolares.
El diputado del GPPRD subrayó que el Estado mexicano está obligado a proveer en la práctica todos los insumos necesarios para impartir una educación realmente gratuita. Para ello, la fracción IV del artículo 3º de la Carta Magna señala que “toda la educación que el Estado imparta será gratuita”.
“El máximo tribunal constitucional de nuestro país, en diversos criterios, ha señalado que uno de los elementos insoslayables para hacer efectivo el derecho a la educación es que éste debe impartirse por las instituciones del Estado de forma gratuita, obligación estructural que está acorde con la promoción, protección, respeto y garantía que establece el artículo primero constitucional”, agregó.
El legislador federal explicó que el 11 de septiembre de 2013 se modificó el artículo 6o de La Ley General de Educación con el objetivo de evitar que se condicionara la educación al pago de alguna contraprestación.
Sin embargo –dijo– dicha reforma no ha cancelado que, de facto, en las escuelas públicas, principalmente de nivel básico, se condicione y hasta se exija a los padres de familia el pago de una cuota escolar al inicio de cada ciclo escolar, como contraprestación para que el niño o la niña sean inscritos en el centro educativo.
Refirió que la Cámara Nacional de Comercio ha estimado que por cada alumno en educación básica, su familia tiene que erogar de sus propios recursos entre mil 500 y 2 mil pesos para todo el ciclo escolar.
“Esto representa una tragedia para familias de escasos recursos, sobre todo para aquellas que tienen en edad escolar a más de un hijo”, aseguró.
Por tanto –puntualizó– el Estado mexicano está obligado a proveer en la práctica todos los insumos necesarios para impartir una educación realmente gratuita. Los padres de familia no tienen por qué hacer “cooperaciones” para contribuir al presupuesto de las escuelas de sus hijos.
“Es momento de que el tema de la cancelación de las cuotas escolares sea una realidad y no sólo objeto de campañas electorales de un partido o de propaganda publicitaria de un gobierno para decir que se ha hecho la inversión más grande de la historia en infraestructura educativa. Si esto fuera cierto, no se pedirían las llamadas cuotas escolares. Llegó el momento de pasar de los discursos a los hechos”, concluyó.