Persiste ánimo de inversión en México y Estados Unidos: Intercam Banco
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de abril de 2022.- Las Reuniones de Primavera de 2022 del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) se han celebrado bajo la sombra de la guerra y la pandemia.
Con el mundo del trabajo y la cooperación multilateral se encuentran en una situación muy deteriorada, los sindicatos piden que las instituciones financieras internacionales (IFI) adopten un enfoque integral respecto de la reconstrucción, con políticas que promuevan la negociación colectiva, sindicatos fuertes y empleos de calidad que contribuyan a una economía mundial saludable, sostenible y centrada en los cuidados.
El FMI rebajó su proyección de crecimiento económico mundial y predijo que el índice de empleo mundial continuará por debajo de los niveles anteriores a la pandemia hasta 2024.
La pandemia sumió a millones de personas en la pobreza y provocó pérdidas generalizadas de empleo y hambre, una situación que se verá agravada a medida que la invasión de Ucrania por Rusia tiene fuertes repercusiones en los mercados energéticos y de alimentos de todo el mundo.
El multilateralismo, socavado por años de políticas fallidas, no logró hacer frente eficazmente a la COVID-19 y permitió el aumento de la desigualdad en los países y entre ellos, lo que dejó a millones de trabajadores atrás. Ahora, la agresión rusa continúa deteriorando el orden económico multilateral débil que es incapaz de mostrar solidaridad y coordinación a la escala necesaria; además, se ha bloqueado el consenso en reuniones clave esta semana.
“Ha habido puntos positivos en las IFI, como el apoyo a Ucrania y sus países vecinos, la lucha contra el hambre y la COVID-19, y la concesión histórica de derechos especiales de giro por el FMI”.
“El nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad del FMI reconducirá estos derechos especiales de giro a los países emergentes y en desarrollo, lo que les ayudará a prevenir futuras crisis relacionadas con el clima y la salud. Para tener éxito, todas las operaciones de las IFI deberían integrar plenamente el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8, en particular el pleno empleo, el diálogo social y los derechos laborales, los cuales promueven la paz y la prosperidad desde la base”, dijo la secretaria general de la CSI, Sharan Burrow.
En declaración para las Reuniones de Primavera, la Agrupación Global Unions denuncia el intento de revivir el tristemente famoso indicador de empleo del informe Doing Business a través del cambio de nombre del informe, ahora denominado Business Enabling Environment. El movimiento sindical internacional pidió a las IFI que se basen en investigaciones que muestran que los sindicatos, la negociación colectiva y las reglamentaciones laborales equilibradas reducen la desigualdad.
En reuniones anteriores de IFI se ha advertido acerca de los peligros de una recuperación dispar, en la que los países emergentes y en desarrollo experimentan un déficit de estímulo fiscal. Ahora, las presiones inflacionistas, que radican en las interrupciones en las cadenas de suministro por la COVID-19 y la guerra en Ucrania, podrían llevar a los bancos centrales a aumentar las tasas de interés con demasiada rapidez y a los gobiernos a eliminar las ayudas fiscales a pesar de las nuevas conmociones sufridas por los hogares.
La austeridad y las políticas monetarias demasiado restrictivas sofocarían las posibilidades de recuperación económica y del empleo y situaría a los países en desarrollo con grandes deudas en una posición imposible. Los costes del servicio de la deuda aumentarían, lo que mermaría incluso más la protección social, el estímulo fiscal, la respuesta a la crisis y la inversión pública para proteger y crear empleos. Sin un mecanismo internacional vinculante para renegociar la deuda soberana y el apoyo internacional, como un fondo mundial de protección social, los países en desarrollo no contarán con muchas opciones.
Soluciones para la reconstrucción
La primera parte del Banco Mundial se creó en un contexto de guerra, en 1944. El cometido del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento es “alentar las inversiones internacionales para fines de desarrollo de los recursos productivos de los miembros, ayudando así a aumentar la productividad, elevar el nivel de vida y mejorar las condiciones de trabajo en sus territorios”.
“Actualmente existen soluciones para la reconstrucción y el desarrollo con niveles de vida más altos y mejores vidas para los trabajadores. Las IFI debería adoptar medidas enérgicas para fomentar y respetar la negociación colectiva, la inversión pública, salarios más altos y políticas industriales sostenibles”.
“El diálogo social debería orientar el diseño de programas y estrategias de préstamos, en particular en lo que respecta a la transición justa y el empleo. Esto generará dividendos para la paz, el crecimiento económico sostenible y la estabilidad, e invertirá las terribles tendencias de desigualdad, pobreza y disminución de la proporción de ingresos de los trabajadores”.
“Las medidas como el impulso de la desreglamentación del mercado de trabajo, que se propone en el informe Business Enabling Environment del Banco Mundial, irán en la dirección equivocada. Es hora de reformar y reconstruir el multilateralismo, y crear un nuevo contrato social juntos”, concluyó Sharan Burrow.