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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de agosto (Quadratín México).- La violencia que se registró en varios estados del país, incluyendo Michoacán y San Luis Potosí, generó un estado de alarma, consideró el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), al exigir al gobierno federal que no relegue su responsabilidad de velar por la vida y patrimonio de los mexicanos.
Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente de la CCE, manifestó en su comunicado semanal que la crisis de violencia está vigente, “lejos de ser prueba superada”.
El líder empresarial dijo que el lejos de resolverse el problema de la violencia, éste se ha generalizado y no sólo en algunos estados. “Es patente una progresiva dispersión geográfica del problema: no es sólo la frontera norte y algunos estados; el número de municipios afectados ha crecido significativamente”.
El dirigente del CCE señaló que la percepción de inseguridad en la población y desconfianza de los policías e instancias de procuración de justicia permanecen altas y “no existen indicios sólidos de que la incidencia delictiva haya bajado”.
Gutiérrez Candiani recordó que esta semana se cumple un año de los trágicos sucesos en el Casino Royal de Monterrey y los hallazgos de los cuerpos de decenas de migrantes asesinados en el noreste del país, y en lugar de disminuir la violencia, se percibe un ambiente que empeora, el cual requiere de la atención inmediata de las autoridades.
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