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CIUDAD DE MÉXICO, 5 de octubre de 2021.- La pandemia por Covid 19 ha acelerado la tendencia de transformación digital en el ámbito empresarial, no obstante, las empresas mexicanas enfrentan el desafío de alcanzar la madurez necesaria para consolidar dicha transformación en el tiempo y de la forma correcta, con los recursos y procesos adecuados y con objetivos claros, revela el estudio “El impacto de la Alta Dirección en el proceso de transformación digital en las empresas mexicanas: visión, alcance y retos”, elaborado por el IPADE Business School y la consultora Opinno.
Martha Rivera Pesquera, profesora del área de Comecialización del IPADE y autora del estudio, comentó que “la transformación digital no es un fenómeno circunscrito únicamente al área de tecnología de las empresas, sino que implica la aplicación de las capacidades digitales a procesos, productos, activos y servicios para mejorar el valor al cliente y al accionista, al mismo tiempo que permite identificar nuevas oportunidades de ingresos”.
El análisis destaca que, debido a dicha transformación, cada vez son más las empresas que se ven obligadas a innovar e invertir en nuevas tecnologías y en la exploración de modelos de negocio enfocados en las necesidades e intereses de un consumidor que está más informado y es más exigente. Ante ello, se estima que para 2025, 80% de las compañías a nivel global ya usarán procesos digitales avanzados.
“Se auguran cambios sustantivos no sólo en la tecnología empleada por parte de las organizaciones sino también en la forma en que los empleados trabajan, colaboran y toman decisiones”, explica la académica.
No obstante, respecto a qué tan preparadas están actualmente las empresas mexicanas para concretar la transformación digital, detalló que cuatro de cada 10 (41.7%) se autoevalúan con un puntaje de 8 a 8.9, en una escala de 10, respecto a la madurez de sus procesos en materia tecnológica, mientras que el mismo número de compañías se ponen una calificación de 9 en creación de valor y uso de herramientas digitales.
Asimismo, comentó, 33.3% de las empresas mexicanas encuestadas indicaron tener un promedio de 7 a 7.9 puntos, respecto a la madurez digital que tiene su cultura organizacional y entre sus colaboradores.
El estudio también reveló que, en México, no más de 10% de los integrantes de los Consejos de Administración cuentan con el conocimiento requerido sobre los sistemas e infraestructura tecnológica necesaria dentro de las empresas, lo cual es uno de los principales retos para impulsar la digitalización desde la alta dirección.
“No podemos hablar de ninguna industria que pueda sostener sus ventas, eficiencia operativa o competitividad sin transformarse digitalmente. Hoy es un tema que concierne no sólo a la Dirección de Tecnología en las empresas, sino a su Consejo de Administración”, expuso Rivera Pesquera.
El informe, basado en una encuesta y entrevistas personales a directores generales y directivos de empresas, muestra que existen tres factores principales que están impulsando la digitalización de las organizaciones: un mayor interés por el conocimiento del cliente (11.9%), la necesidad de la omnicanalidad para llevar la oferta de productos (9.5%) y la generación de valor agregado (9.5%).
En ese sentido, puntualiza la profesora, los avances tecnológicos han dado lugar a la “Era del consumidor”, en la que el poder democratizador de la tecnología ha colocado al consumidor en una posición de control sobre sus decisiones e interacciones con cualquier negocio. Por lo que, ante la necesidad de ser competitivas y exitosas, las empresas se ven obligadas a revaluar su estrategia de manera continua, e incluso a redefinir la visión de la organización, independientemente de la industria o el sector, para sobrevivir.
Comentó que las empresas -casi de manera universal- han emprendido un proceso de transformación digital con el objetivo de entender y servir a sus consumidores dentro de una economía global cada vez más digitalizada.
“Con mayor frecuencia vemos a más empresas que colocan en el centro de su estrategia la inversión en nuevas tecnologías y la exploración de modelos de negocio que se caracterizan por enfocarse en la experiencia del consumidor. Las empresas deben crear experiencias de consumo relevantes a través de todos sus canales. La mejora del desarrollo digital y de la experiencia del consumidor se vuelven, por tanto, una prioridad clave del negocio”, concluyó.