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CIUDAD DE MÉXICO, 6 de junio de 2017.- La reciente decisión de Donald Trump de abandonar el Acuerdo de París no sólo despertó el descontento de los líderes mundiales, sino que desató la preocupación de numerosas empresas comprometidas con las energías renovables.
El supuesto fundamento del el ex-magnate parte de que “los compromisos necesarios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero provocarían la pérdida de más de 6 millones de empleos para el 2040. Sin embargo, estos cálculos no toman en cuenta las muchas oportunidades laborales que las industrias nacientes producirían”, aseguró Dolores Padierna Luna, coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Las consecuencias de las acciones del presidente de los Estados Unidos ya empezaron a percibirse, pues distintos empresarios se han posicionado en contra de su decisión y en favor de proteger el Acuerdo de París.
En este sentido la senadora Padierna Luna destacó que ExxonMobil, Chevron, Shell y General Electric, compañías dedicadas al negocio energético, han hecho saber al mandatario que la industria dirigirá sus propias iniciativas para enfrentar el cambio climático y que, para ello, no dependerá del gobierno. A través de una carta abierta dirigida a Donald Trump, empresas como Intel, Hewlett-Packard y Tesla aseguraron que “abandonar el objetivo de una economía con bajas emisiones de gases de efecto invernadero pone en juego el bienestar estadounidense”. Agregó.
En la misma dirección, advirtió la coordinadora del partido del sol azteca, el presidente de Disney, Robert Iger, y Elon Musk, fundador de Tesla, empresa que fabrica automóviles eléctricos, anunciaron que renunciaban a asesorar al gobierno, reiterando que el cambio climático es real y que negarlo “no es bueno ni para Estados Unidos ni para el mundo”.
Lo anterior deja en evidencia que Trump no ha sabido entender el panorama y que no es capaz de visualizar los beneficios de las energías renovables, cuyo costo de aprovechamiento ha disminuido notoriamente en la última década, indicó la ex diputada constituyente de la Ciudad de México.
No sólo las empresas perderán con esta decisión, también lo harán el gobierno y la ciudadanía, cabe mencionar que la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) aseveró que una política adecuada para enfrentar el cambio climático provocaría ahorros anuales de hasta 200 mil millones de dólares para el año 2100.
Esto sin considerar que también las sequías, las inundaciones y otros fenómenos relacionados con el calentamiento global producen altos costos.
Finalmente, la senadora Dolores Padierna concluyó que dado que la mitad de la población estadounidense vive en las zonas costeras, “Trump debe empezar a tomar en cuenta el costo económico que su decisión podría causar”.