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SAO PAULO, 15 de octubre (Quadratín México).- El 63 por ciento de 101 periodistas y editores de 12 países en América consideró que 2012 ha sido un año igual o peor al 2011 en cuanto a la violencia en contra de los informadores, índice que se eleva al 83 por ciento en el caso de las naciones ubicadas en el bloque de México y Centroamérica.
El 38 por ciento de los entrevistados dijo que en los últimos cinco años algún periodista de su empresa sufrió amenazas o ataques e incluso la muerte. El 32 por ciento admitió que adoptó mecanismos de seguridad y el ocho por ciento mencionó conocer a algún comunicador bajo protección.
Según el resultado del estudio “Libertad de prensa en las Américas” elaborado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), se indica que el 67 por ciento de los periodistas consultados considera que la libertad de prensa como un derecho constitucional.
Las conclusiones del documento fue dado a conocer en el marco de la 68 Asamblea General de la SIP, que tiene verificativo en Sao Paulo, Brasil, donde se reportó que el país donde más riesgo corre la libertad de prensa es Venezuela con el 82 por ciento, seguido por Argentina, 62 por ciento; Cuba, 60 por ciento; Ecuador, 60 por ciento; Bolivia, 41 por ciento, y México, 39 por ciento.
Al referirse a los agentes que pueden ser amenaza para la libertad de prensa, destacan 36 por ciento, presiones gubernamentales; 28 por ciento, sentencias judiciales; nueve por ciento, crimen organizado, y siete por ciento, poder legislativo.
Sobre la impunidad ante los ataques a la prensa, la encuesta revela que el 36 por ciento de los consultados mencionó la lentitud en la aplicación de la justicia; el 22 por ciento culpa a la falta de acción de las autoridades; el nueve por ciento indica la connivencia o falta de preparación de los cuerpos policiales, y el ocho por ciento a la falta de leyes específicas que inhiben esa agresiones.
Sobre la censura como factor que también afecta el trabajo de la prensa, el 58 por ciento dijo que es consecuencia de la violencia, el 20 por ciento reconoció que tuvo que lidiar con ese fenómeno en 2011 y el 37 por ciento indicó conocer casos en su país.
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