Escenario político
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Frente a cientos de miles, bajo un sol ardiente que compartió con ellos durante hora y media en el zócalo capitalino, Andrés Manuel López Obrador platicó a su pueblo, lo que los medios, no todos por fortuna, se niegan a informar
Cumplió 89 de los cien compromisos que ofreció hace 365 días. Y que hoy, nos lo platicó con sencillez, datos y un orgullo, contagioso:
“Lo malo no acaba de morir. Lo bueno no termina de nacer”.
Claro que hoy fue un día de fiesta para muchos. Y de tristeza para otros.
Pero definitivamente es una fecha importante para quienes votaron por él y siguen sus pasos.
Hoy se cumple un año que arrancó oficialmente la 4ª Transformación.
Y va en serio
No hay quinto malo, aseguramos.
A muchos podrá caer bien o mal el Presidente. Pero este señor, todos los días, en sus mañaneras, da la cara.
Marca la agenda. Escucha. Y lo mismo recibe insultos, que elogios. A veces responde sin altanería.
No le perdonan su habilidad. Y lo ofenden en los medios. Ni modo. Así somos.
Bueno, casi todos. Nos salvamos unos cuantos.
Hoy comienza otro año de mandato del señor de Palacio Nacional.
Va por el segundo. De seis.
Comprobaremos los mexicanos de buena voluntad que No hay quinto Malo.
Y que la vida es la vida.
Pese a gritos y sombrerazos hay que defenderla.
Defiéndela. Nos dice con aplomo. Como sabe hacerlo.
Ello nos permite afirmar que lo hecho ha sido su decisión. De nadie más. Se lo decimos seguros. En favor del pueblo. Su gente.
Agradece a quien se debe y llama su Angel de la Guarda que lo defiende. A quien se debe.
Quienes confiamos en este señor de Palacio Nacional, los que votamos por él, sabemos que busca principalmente ir más allá de lo teórico y racional para lograr la iluminación.
Sacar de la oscuridad al país porque como dice:
La vida es una oportunidad. Aprovéchala.
La vida es una belleza. Admírala.
La vida es un reto. Afróntalo.
La vida es un deber. Cúmplelo.
La vida es un juego. Juégalo.
La vida es preciosa. Cuídala.
La vida es amor. Gózalo. La vida es un misterio. Desvélalo.
La vida es un combate. Acéptalo.
La vida es tristeza. Supérala. La vida es una tragedia. Domínala.
La vida es una aventura. Arrástrala.
La vida es felicidad. Merécela.
Fue, para quienes no nos perdimos detalle del hombre al que solo acompañó su esposa, algo, no insólito, pero sí inusual.