Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
La siguiente historia es la mejor explicación.
Un empleado de gobierno está aburrido sentado en su oficina, así que decide revisar que hay en su viejo cajón de escritorio.
Encontró un objeto y se dio cuenta que era una lámpara vieja y empolvada.
Dijo entonces: “Limpiándola se vería muy linda sobre el mantel de la mesita de estar en mi casa”, la tomó y se marchó a su hogar.
Cuando estaba en su casa y la frotó inesperadamente apareció un genio:
“Noble señor. Tienes tres deseos que puedes pedirme”
“Primero quiero un refresco de cola ahora mismo”.
Obtuvo su refresco helado y se lo tomó.
Su segundo deseo, amo.
“Estar en una isla con mujeres hermosas que me encuentren irresistible”.
Inmediatamente, se encuentra en una isla con bellas mujeres que no pueden resistirse a él.
Y su último deseo
“Que nunca tenga que volver a trabajar”.
Y, zas, aparece de nuevo en la oficina del gobierno. Sin hacer nada.
Breve ejemplo. Pero explicativo.