El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Y aún sin lluvias
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Nuestras abuelas decían, bueno, se quejaban: “llovió a cántaros”. Pero, hoy, ni abuela ni cántaros. Seco el calor. Y con el virus encima.
La Constelación Andrómeda nos vaticina, como el calendario que llegará la primavera, después de un invierno muy caluroso.
La preocupación mundial en estos momentos se centra en detener la expansión del coronavirus (Covid-19).
La crisis climática también necesita una respuesta urgente y firme, alineada con la ciencia, a fin de evitar los peores impactos del cambio cuya amenaza son sequías e incendios más violentos, así como la desaparición de la mitad de las playas del mundo para finales del siglo XXI.
Y es que está encima la primavera, pero por las elevadas temperaturas registradas en el invierno boreal 2019-2020 parecería que el verano nunca se fue.
En Europa el mes de enero fue el más caliente del que se tiene registro en 140 años, con 0.2 grados centígrados por encima del récord anterior de 2007, de acuerdo con datos del sistema de la Unión Europea que monitorea la Tierra.
Dejemos mejor a una experta que nos lo barajee con mayores y ajustados datos.
Claro recurrimos a doña Norma Vázquez Alanís. Escritora, periodista, poeta y, lo mejor, bella dama.
Así, enero de 2020 ha sido el más cálido jamás registrado en el planeta, reveló el más reciente informe compilado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y una amplia red de asociados, que fue presentado de manera simultánea el pasado 10 de marzo en Ginebra y Nueva York.
El documento puso de manifiesto que, en Rusia, específicamente en Moscú, y en Finlandia, no hubo temperaturas bajo cero, mientras que en Alaska y en vastas regiones del Ártico el clima invernal fue candente.
España se situó tres grados centígrados por encima de la media para enero en el periodo 1981-2010.
Las reservas planetarias de agua a marzo de 2020 están a menos del 60 por ciento, al igual que en 2019, el segundo año más abrasador del que se tienen datos desde que se realizan mediciones instrumentales y uno de los tres más secos de este siglo.
El informe de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2019 alertó que la temperatura de la región mediterránea se incrementó ya 1.5 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, lo cual supone que el calentamiento en dicha cuenca es 20 por ciento más intenso que en la media del planeta.
La aceleración de la subida del nivel del mar y la fusión de los hielos, indica que la próxima década será decisiva para poder frenar el calentamiento global.
El quinquenio 2015-2019 incluyó los cinco años más calientes de los que se tiene constancia, en tanto que el período 2010-2019 fue hasta ahora el decenio más cálido jamás registrado.
La multiplicación de fenómenos climáticos extremos, como los incendios en Australia, cuyo humo y contaminantes se propagaron por todo el orbe provocando un pico en las concentraciones de CO2, y episodios de fusión de hielo a gran escala, además de la fractura de un glaciar en la Antártida.
Ante esta situación, la organización ambientalista Greenpeace insistió en que los sucesivos récords de temperatura y sequía en muchos puntos del planeta avisan a la humanidad sobre el futuro de la actual crisis climática, que algunos todavía se empeñan en negar.